El fútbol se alimenta de resultados y los partidos permanecen en la memoria por el número de goles y la belleza de los mismos. Sin embargo la situación del momento no da más que celebrar el resultado positivo cosechado en territorio alemán. El fútbol, lo que todo el mundo ve desde el estadio o sus pantallas ha dejado mucho que desear, el mal momento del Real Madrid sigue pero se ha disimulado por el bajo nivel del rival de esta noche. Las buenas noticias han llegado precisamente en los goles, aparte de por su significado también por el autor de cada uno de ellos.
La necesidad de Cristiano terminó hoy con un golazo y, a juzgar por su celebración, llevaba tiempo esperando lanzar un mensaje a mucha gente. El otro, el golazo del partido, fue obra de un recuperado Marcelo que cuando está bien y se suma al ataque no hay jugador en el mundo que pueda igualarle. Aunque la imagen no haya sido del equipo que ganó la Champions pasada, sí es cierto que ha mejorado y permite a la afición soñar con que lo peor ya ha pasado y lo bueno está por venir, justo en el mejor momento de la temporada.
Los blancos no tuvieron problemas para dominar desde el principio del partido al Schalke, suya fue la pelota y suyas fueron las mejores ocasiones de la primera mitad. Sin embargo hubo que esperar hasta el minuto 26 para ver a Cristiano de nuevo corriendo la línea de fondo celebrando un gol. Carvajal hizo lo difícil, recortó a un rival y sirvió un centro medido para que el portugués la empujase con la cabeza. El gol supuso una doble buena noticia, apertura del marcador y la estrella del equipo sin presión. El equipo se echó a arriba pero ahí estaba Wellenreuther para repeler cualquier ataque, sin amedrentarse ante nadie por muy joven que sea (19).
Lucas Silva, que hoy debutó como titular demostró que aunque no sea un jugador para hacer vídeos de filigranas su trabajo puede aportar mucho a este equipo. Isco, el jugador que da la magia cuando todo lo demás falla hoy estuvo atado de pies y manos por órdenes de Di Matteo.
En la segunda parte siguió la dinámica de la primera antes del gol, un Madrid dominante y un Schalke a la espera de acontecimientos. Platte consiguió poner nerviosos a los jugadores blancos con un disparo al larguero, es lo más cerca que estuvieron los alemanes de incomodar a Casillas. El Madrid se volvió a tirar al ataque y se pudo ver al mejor Marcelo. El brasileño fue el autor del golazo del partido, un disparo certero y potente con su pierna derecha a la escuadra izquierda del portero alemán. La jugada que propició aquella maravilla fue de Cristiano que se deshizo de los rivales a su antojo, una muestra más de que sin presión puede hacer lo que quiera.
El 0-2 deja al Madrid muy cerca de los cuartos de final pero aún queda trabajo por delante para mejorar el juego y la imagen en los partidos.
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