Luz, cámara, ¿acción? Esta clásica y hollywoodiense frase (ligeras modificaciones incluidas), podría resumir lo que ha significado el fin de semana de las estrellas para los amantes del baloncesto. Y es que año tras año, las fiestas, el marketing y la indolencia van convirtiendo este evento en eso: puro teatro. Una parafernalia que parece sacada del mismo Hollywood. O sin la apariencia. Porque con el paso del tiempo y bajo el lema “esto es para los fans”, la calidad baloncestística se va reduciendo en ingentes cantidades. No sé a qué fans se referirán. A los que se quedan pegados a la pantalla noche tras noche o día tras día, desde cualquier parte del mundo para seguir la mejor liga del planeta, seguro que no. ¿Dónde quedan aquellos concursos de mates a los que iban los mejores? ¿A los que querían ir siempre los mejores? A diferencia de hoy, ése era el verdadero escaparate. Un escaparate diseñado por y para los aficionados. Al igual que también estaban hechos a medida de los seguidores esos All Star Games en los que, aun teniendo cierto aire de pachanga, se acababa defendiendo y atacando prácticamente como si hubiese un anillo en juego. Se llama honor. Se llama competitividad. Se llama GANAR. Unos valores que por desgracia, hoy parecen ser retrógrados y estar en desuso. Salvo contadas excepciones, parecen no quedar jugadores que aúnen esa tan difícil y explosiva mezcla de espectáculo y seriedad. Hasta los propios ocupantes de los asientos en los pabellones neoyorquinos este fin de semana, daban la impresión de estar allí por inercia. Llegó a sonar el run run durante el desarrollo algún concurso y del partido de los novatos. También en el transcurso del game de los no tan noveles. Una especie de incapacidad para protestar por lo que se estaba viendo y que no estaba en la misma tesitura de lo que se esperaba.
Sin embargo, desde España y a pesar de que cada minuto al otro lado de la emisión se echa más de menos si cabe al Maestro Andrés Montes, esta temporada se le ha dado más bombo que nunca a la pachanguita. Los Gasoles estaban allí y había posibilidad de hacer caja con ello (yo ya tengo mi camiseta). Pero llama cuanto menos la atención, que a la hora de preguntarles por el “hito” que han conseguido, su respuesta sea homogénea: “es un partido más”, acompañada de una expresión facial que así lo confirma. Ellos son ganadores. Lógicamente han disfrutado de hacer historia, una vez más. También han disfrutado de la parafernalia. Pero su reto no es un partido en el que no se juega a nada. Para esos dos hermanos, la historia está en cada partido que salen al parqué a competir por ser los mejores y por llevar a su equipo a la cima. El verdadero “no es un partido más” que seguro ansían disputar es el de enfrentarse en unas finales. Además, así todo queda en familia.
A pesar de todo, el fin de semana nos ha dejado buenos momentos, espectaculares dentro y fuera de la cancha. Muchos de ellos acaparadores de flashes y otros que aun estando un poco más en la sombra, como cada año nos inundan de curiosidades. Vamos a repasar lo más destacado:
Friday night
La noche del viernes tuvimos dos eventos destacados en el Barclays Center de Brooklyn: el partido de los famosos y el BBVA Compass Rising Stars Challenge o lo que es lo mismo: el partido de los novatos. Este año cambiaba su formato para enfrentar a los mejores novatos nacidos en Estados Unidos contra los del resto del Mundo. Pues el experimento patriótico (original y entretenida idea) les salió mal (o bien, según se mire) con resultado World 121-112 USA. Allí teníamos una parte de nosotros con Nikola Mirotic, a pesar de que él no nos correspondiese con la bandera de su espalda. Tampoco hay que darle más importancia. Me parece totalmente lógico y no entiendo tanta polémica porque el chaval luzca la bandera del país en el que ha nacido. Además de que en declaraciones dijo que «se sentía orgulloso de representar a su país, ‘Yugoslavia’ y también a España«. ¿Qué más queremos? Seguramente algún habitante de este pluricultural país (y a mucha honra) no habría dicho lo mismo… Entrando ligeramente en el partido, simplemente no lo hubo. Jugadas para la galería e intentos de ser el máximo tirador aparte, los chavales lo pasaron bien. Los mejores del partido fueron Wiggins con con 22 puntos (World) y Oladipo con otros 22 (USA). Niko se quedó en 16.
Saturday night
La noche del sábado y también desde el Barclays Center de Brooklyn era la noche de los concursos:
- Shooting stars: La velada se abría con el concurso de tiro desde diversas posiciones de la pista. Con cuatro equipos formados por un jugador en activo, otro retirado y una jugadora de la WNBA, Chris Bosh parece haberle tomado la medida y junto a Dominique Wilkins y Swin Cash se llevaron el gato al agua en 57.6 segundos por tercer año consecutivo.
Taco Bell Skills Challenge: El concurso de habilidades también estrenaba cambio de formato esta temporada, pues en lugar de ser por tiempos, la prueba se llevaba a cabo entre dos jugadores simultáneamente en la pista y con duelo entre Este y Oeste. Patrick Beverley, Jeff Teague, Brandon Knight, Trey Burke, Kyle Lowry, Elfrid Payton, Isaiah Thomas y Dennis Schröder eran los aspirantes al más habilidoso, aunque finalmente y tras haber podido ser eliminado en varias ocasiones, el base de los Rockets Patrick Beverley fue el ganador.- Foot Locker Three-Point Contest: Por los nombres de los participantes, el concurso de triples pintaba muy bien: Marco Bellinelli, Stephen Curry, James Harden, Kyrie Irving, Kyle Korver, Wesley Matthews, J.J. Reddick y Klay Thompson están sin duda entre los mejores tiradores del mundo. Pero hay uno que cuando coge su fusil, no para. 13 lanzamientos consecutivos y un total de 27 puntos anotó Stephen Curry para llevarse el concurso en la final, frente a su Splash Brother Klay Thompson y Kyrie Irving.
Sprite Slam Dunk Contest: Los vuelos sin motor. Para muchos el plato fuerte del sábado. Para otros, una constante decepción. Los nombres no terminaban de convencer antes del concurso. Giannis Antetokounmpo, Zach LaVine, Victor Oladipo y Mason Plumplee, no tienen todavía peso suficiente en la liga como para esperar un gran concurso. Independientemente de los prejuicios de cada uno, con el primer mate de Oladipo y de LaVine, al público se le abrieron los ojos. En el otro extremo, Antetokounmpo parecía no haber preparado con demasiado tiempo su exhibición y Mason Plumplee, quien todavía no sabemos por qué participó en el concurso. Tras dos primeros aterrizajes espectaculares de 50 puntos de LaVine y que nos trasladaron por un segundo a tiempos mejores, en la final el nivel decayó un poco. No sabemos si porque ya está todo inventado o porque lo siguiente será machacar en helicóptero, pero ciertamente este concurso está en declive.
Sunday night
All Star Game: Muchos puntos y pocas nueces. En su edición número 64 y desde el Madison Square Garden, el partido de las estrellas pasará a la historia como récord de anotación. West 163 – 158 East. Esto, a pesar de lo que aparentemente se pueda pensar, no es más que un aburrimiento. 71 triples lanzados al descanso hablan de lo que se vio. Ausencia total de defensa y un partido que muy pocos tomaron en serio. Imagino que la gente que pagó su entrada no lo hizo con dinero del Monopoli. También será recordado como el primero en el que dos hermanos forman en los quintetos iniciales. Allí estaban ante ese esperado momento: el salto entre dos. Después, de los pocos que peleaban por un rebote. De hecho lideraron a sus equipos en dicha estadística. Dejando a un lado la fraternidad, Russell Westbrook no entiende de hermanamientos. Siempre que esté en la pista va a dar el máximo. Y este partido no fue una excepción. Con 41 puntos y a un solo tanto del récord de anotación de Wilt Chamberlain, fue el MVP y de lo poco a destacar. También vimos a Dirk Nowitzky finalizar un alley oop (eso sí que es historia) y a Duncan ganarle una apuesta por valor de $1,50 a DeMarcus Cousins. James y Harden lucieron con 30 y 29 puntos cada uno, mientras que la verdadera magia la puso Curry con varias jugadas que quedarán grabadas para siempre en nuestra retina. Al final del choque, hubo un amago de aumentar el nivel de seriedad, pero jugadores como como Garnett, Shaq, Kobe o Jordan no se encontraban sobre el parqué. Pau acabó con 10 puntos y 10 rebotes mientras que Marc lo hizo con 6 puntos y 10 rebotes.
La temporada regular sigue su curso a partir de la madrugada del Jueves al Viernes. Seguro que durante este break han recuperado fuerzas y vuelven para competir al máximo nivel para darnos el espectáculo al que estamos acostumbrados.
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