Sevilla y Atlético de Madrid no pudieron pasar del empate en un choque marcado por el duelo táctico y de intensidad que protagonizaron ambos conjuntos. Los primeros 45 minutos fueron para los de Emery que dejaron escapar al Atlético cuando dejó algún resquicio en su zaga. El segundo acto estuvo dirigido por los rojiblancos que tuvieron ocasiones para llevarse los tres puntos a Madrid. Finalmente el resultado inicial no se movió del marcador y la lucha por la Champions se promete encarnizada.
Arrancó el partido con un Sevilla dispuesto a dar un golpe sobre la mesa. La maraña táctica tejida por Simeone, que jugó con un solo punta y cinco centrocampistas, no resultó tan efectiva como pensó el argentino. Banega estaba en todas y solo el ya habitual buen hacer defensivo de los colchoneros evitó que se adelantaran los hispalenses. Aún así estos últimos pudieron hacerlo, pero el poste rechazó el remate mordido de Bacca. Tras los primeros compases la batuta cayó en manos de los sevillistas que manejaron el balón a su antojo. Los atléticos esperaban una ocasión de hacer un contragolpe confiando en la magia de Arda y la endiablada velocidad de Griezmann.
Ya en el segundo acto, y con el Atlético en su acostumbrado 4-4-2, cambió la tónica del juego. Empezó a tocar con más claridad el Atlético. Hilaban los del Cholo jugadas con más sentido y con Torres sobre el tapete el equipo encontró la profundidad necesaria para hacer daño. Pudo el de Fuenlabrada adelantar a los suyos en una jugada individual preciosa pero su disparo final fue demasiado cruzado. Mandzukic también entró al césped y los rojiblancos intentaron abastecerle desde las bandas. Todo en vano, el resultado gafas no se movería del electrónico.
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