El Valencia aprieta las cuerdas al Atlético de Madrid. Los de Nuno superaron con claridad a la Real Sociedad consiguiendo unos nuevos tres puntos en su feudo que les empatan en la clasificación a los colchoneros, aunque estos tienen que disputar aún su encuentro ante el Sevilla. Los che controlaron el tempo del partido en todo momento y se dedicaron a esperar a que madurase el gol que acabaría cayendo por su propio peso. Piatti fue el encargado de recogerlo en las dos ocasiones que fue menester.
Comenzaba el choque igual que el sexo tántrico. Ambos conjuntos se estudiaban el uno al otro pensando por dónde meterle mano al que tenían enfrente, solo que ellos no pensaban precisamente en caricias. Comenzó a coger la batuta el Valencia pero sin conseguir penetrar con claridad la defensa realista. Feghouli puso la nota discordante, dio la chispa que prendió el fuego de la seguridad para los de Nuno. Creó peligro e incomodó a los vascos metiéndose entre líneas y asociándose bien. Pero pese a esto Rulli se mostraba seguro y frustraba los cada vez más serios ataques valencianos.
Con la reanudación cambió el escenario radicalmente. Cayó la gota fría sobre la Real. El Valencia volvió a percatarse de que tenía bandas y por ahí hicieron el destrozo. Encontraron profundidad y espacios. Solo era cuestión de tiempo. Concretamente ocho fueron los minutos que transcurrieron de la segunda mitad antes de que fuese desvirgado el marcador. Parejo recibía un saque de banda. Giro y centro fueron un mismo movimiento y Piatti, el más listo de la clase, llegó al primer palo para empujarla a la red junto con un poco de fortuna.
Quiso más el argentino y lo tuvo bien rápido. Feghouli culminaba su excepcional partido con una jugada individual que lo plantaba en el lateral del área. desde allí la ponía rasa el argelino para que Piatti consiguiese a placer su doblete. Mestalla se deleitaba con un sol que anunciaba primavera mientras que los suyos manejaban el esférico a placer. Hubo intentona realista de repetir la machada conseguida ante el Sevilla, pero hoy habría milagros. La ausencia de Carlos Vela se nota demasiado en un conjunto que todavía no ha conseguido la victoria lejos de Anoeta.
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