Día primaveral en Galicia. Tarde de fútbol, de las de siempre. En el campo duelo dispar. Emery en busca de la cuarta posición, la que ocupa su ex equipo. El Deportivo, mirando a la zona baja, a un solo punto de la línea que marca el descenso. Avisaron primero los hispalenses por medio de Diogo, que le comió la tostada a la zaga herculina, pero Bacca no supo conectar el balón al primer palo que se marchó por alto. El Deportivo devolvió el golpe en la siguiente jugada por medio de Lucas Pérez, que tampoco supo aprovechar el error de la zaga hispalense.
No hubo un dueño claro en la primera mitad. Con un Sevilla que comenzó generando el peligro, pero que fue perdiendo protagonismo con el paso de los minutos. Los de Víctor Fernández supieron explotar la zona izquierda de la mano de Lucas Pérez, que tuvo las más claras para los gallegos. Fue Oriol Riera (que aún no se había estrenado en Liga) quien adelantó a los locales tras una gran combinación entre Lucas y Cavaleiro. El pase de la muerte del portugués lo supo aprovechar a la perfección el de Vic, que adelantó al equipo gallego.
Cinco minutos tardaron los de Emery en darle la vuelta al asunto. Bacca se paró, miró y asistió (todo dentro del área) a Vitolo para empatar el golpe inicial. Por ocasiones el Deportivo mereció mejor suerte en la primera mitad, pero el gol se le resistía al conjunto herculino, una de sus asignaturas pendientes esta temporada.
Una mala suerte que se acentuó más con el segundo gol de Vitolo en la reanudación. El pase atrás de Aleix Vidal lo supo aprovechar a la perfección el canario, que llegó desde atrás para conectar un disparo raso y adelantar a lo de Nervión. El ritmo no cesó y el Deportivo no tiró el partido, teniendo el empate en las botas de Lucas Pérez, que las tuvo de todos los colores, pero sin llegar a ver puerta. Vitolo enterró (casi) por completo las aspiraciones de los gallegos, provocando un claro penalti que transformó Gameiro desde los once metros. Casi porque el Deportivo murió con las botas puestas. De nuevo Oriol Riera remató a bocajarro un gran centro de Luisinho. El protagonista de la tarde también lo fue en el cuarto de los andaluces. Un rápido contragolpe de los hispalenses acabó con el centro de Vitolo que tocó en Sidnei para despistar por completo a Fabricio y hacer el 2-4. Lucas Pérez puso la puntilla en el descuento desde los once metros, un gol que de poco servía.
Con la victoria, el Sevilla mete presión al Valencia, que se disputará el tercer puesto mañana ante el Atlético de Madrid. Por su parte el Deportivo seguirá coqueteando con el descenso una jornada más. Riazor despidió a los suyos con un sonoro “Víctor vete ya”.
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