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Real Madrid 3-4 Schalke: Desastre Real

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schalke 04Lo ocurrido esta noche en el Santiago Bernabéu queda lejos de toda lógica. Nadie, a pesar de la situación del Real Madrid, imaginaba que el Schalke se iba a quedar a tan poco de pasar la eliminatoria y mucho menos que sería capaz de marcar cuatro goles en el Bernabéu. El equipo de Di Matteo se encontró las condiciones perfectas para hacer historia en la Champions eliminando al actual campeón.

Ancelotti, masticando mucho más nervioso de lo habitual sus chicles, presenció como la imagen de su equipo se hundía casi por completo ante uno de los rivales más flojos de estos octavos de final. La habitual baja intensidad del principio se convirtió en una desidia permanente durante todo el encuentro que aprovechó el equipo visitante para crecerse y empezar a creer en la remontada, una idea que parecía imposible cuando terminó el encuentro de la ida.

En el inicio el Schalke ya mostró sus cartas con ataques continuos y dominio del balón. Era el mundo al revés, los alemanes tenían encerrados a los jugadores del Madrid en su propia área y dejaban en evidencia la actuación de la defensa blanca. Pepe y Varane se desentendieron durante todo el partido y los huecos quedaban a la luz en cada intento visitante. En el otro lado pasaba todo lo contrario, cada jugador elevaba su figura cuando aparecía en escena. Meyer fue un constante quebradero de cabeza en las líneas madridistas. Pasados los 20 minutos y como premio a la valentía Fuchs inauguraba el marcador ante la poca movilidad de la defensa y las manos blandas de Iker Casillas.

Ese gol arrancó la primera tanda de silbidos en la grada madridista sin llegar a creerse la inferioridad que estaba mostrando su equipo. Sin embargo, una de las pocas buenas noticias de la noche fue la actitud de Cristiano, uno de los pocos jugadores que estuvo a la altura de las circunstancias. El portugués empató el partido a la salida de un córner con un cabezazo medido y una celebración que desbordaba rabia por todas partes. El gol valió para poner un poco de orden dentro del caos masivo que imperaba en el césped. Isco tuvo imposible desplegar su magia pero ante ello tiró de orgullo y peleó cada balón que pudo.

Con el paso de los minutos el Schalke fue recuperando el ritmo, Huntelaar avisó con un disparo al larguero y ejecutó en la jugada siguiente. El ex delantero madridista aprovechó un rechace de Casillas para perforar las redes de la portería. Acción-reacción, eso fue lo que volvió a hacer Cristiano marcando de nuevo el empate y otra vez de cabeza. El centro de Coentrao fue perfecto y la ejecución exquisita de un Cristiano desesperado por la imagen del equipo.

real madrid schalkeEn la segunda parte las cosas parecieron volver a la normalidad, Benzema adelantaba por primera vez al Madrid en el marcador con un habilidad y una frialdad característica del francés. Sorteó a varios rivales, entre ellos el portero y empujó la pelota dentro de las redes. Pero la noche era del Schalke, tanto fue así que el gol del empate fue obra de un chaval de 19 años, Leroy Sane. Armó su pierna izquierda y la clavó justo donde había pensado antes de ejecutar. Ese gol provocó la avalancha de pitos en una grada temerosa de volver a caer en octavos.

La idea de remontar volvió a la cabeza de los alemanes  a cinco minutos del final con el segundo gol de Huntelaar. El delantero la pegó con la precisión exacta para que golpeara en el larguero y se metiera dentro de la portería. Por delante restaron cinco minutos que fácilmente podrían haber costado un ridículo aún mayor al Real Madrid que ya espera rival en cuartos.