Quizá merecieron más los de Ancelotti. Lo cierto es que el Barça sigue en lo más alto de la tabla. No jugó bien, no hiló como nos tiene acostumbrados, no deslumbró como ante el City. No le bastó. Dos zarpazos fue todo lo que necesito para colocarse a cuatro puntos del eterno rival en un Clásico de alto voltaje, cómo no. La picaresca a balón parado adelantó a los culés, fue Mathieu. Ronaldo antes del descanso llevó el “calma” a la grada blaugrana. Ya en la segunda mitad Suárez la pinchó y la acarició para hacer el 2-1, dejando al Madrid más tocado aun, que no hundido.
Las cuotas de las casas de apuestas bailaron en los primeros minutos. El Madrid se tiró al cuello de los de Luis Enrique, indefensos en la primera mitad y lejos del fútbol fantasía mostrado en los últimos días. Los favoritismos se convierten en utopía en citas como las de hoy. Los blancos cogieron la pala y decidieron enterrar cualquier ápice de crisis desde el primer minuto. Cristiano mordió primero, sacudiendo los cimientos del Camp Nou con un remate al palo tras el servicio de Benzema. Le siguió Isco, con un disparo que lamió el palo izquierdo de Bravo. La réplica fue de Messi, que avisó de cabeza antes de que Mathieu pusiera el 1 en la quiniela. Jugada ensayada que botó el propio Leo para que el central culé le comiera la tostada a Sergio Ramos. El cabezazo picado, imposible para Casillas.
La fortuna del balón parado adelantó al Barça, pero los culés se encontraban muy lejos de dominar el tempo, siendo el Madrid el que llevó los pantalones en el feudo azulgrana. Los decibelios (y las amarillas) aumentaban, truncando y pausando el ritmo. Cristiano rompió la monotonía, culminando una delicatesen de Benzema, que le puso el empate en bandeja de plata al portugués. El Madrid se volvió gigante con el gol del 7, acumulando llegadas al área de Bravo. Bale pudo adelantarse, pero Mateu Lahoz determinó que, efectivamente, estaba adelantado cuando el galés ya celebraba el 1-2. El Barça se marchó vivo al descanso.
Los blancos volvieron encabritados del vestuario, anulando al líder y llevando el peligro al área azulgrana. Benzema fue el protagonista de nuevo, poniendo a prueba al meta chileno tras una gran combinación blanca. De nuevo se esfumó cualquier esperanza para los de la capital. Suárez se estrenó en el Clásico batiendo por bajo a Casillas. Un balón kilométrico, teledirigido de Alves acabó en el pie del uruguayo, que ejerció de killer ante el mejor rival. Fácil y rápido del Barça, que no necesitó mucho para ponerse por delante.
El Madrid quedó grogui tras el 2-1. No se le vio más. La MSN se puso a trabajar, acosando a Casillas. Solo la falta de puntería evitó el tercero de los de pupilos de Luis Enrique. Lo intentó a la desesperada el segundo clasificado, pero el Barça olvidó la pájara defensiva de la primera parte y cerró todas las puertas a cualquiera vestido de blanco. El Madrid se queda a cuatro puntos. Solo el paso de las jornadas dirá si son o no decisivos.
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