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La final de la Copa del Rey se jugará en el Camp Nou

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Camp NouNo será en el Bernabeu. Las pretensiones de Barça y Athletic de celebrar la final de la Copa del Rey en la Castellana no han sido oídas desde Federación Española de Fútbol, que finalmente designó el Camp Nou como escenario de la final. El tira y afloja de catalanes y vascos con el Real Madrid ha caído a favor de la casa blanca, que afirmó desde el primer momento su intención de no ceder su estadio. La negativa de Florentino Pérez también supuso un conflicto para ambos clubes, ya que no lograron el acuerdo en la reunión mantenida esta tarde y fue la Federación, mediante una votación, quien finalmente escogió la sede. Pese a la imparcialidad de la que se hablaba en el caso de jugarse la final en el estadio de uno de los finalistas finalmente la votación de la Federación dio como resultado el estadio blaugrana como sede de la final.

Ángel María Villar citó a las 16.00 en las Rozas a Alberto Solé, Director de Deportes del FC Barcelona, y Jon Berasategi, gerente del Athletic. No hubo fumata blanca entre los dos clubes, ya que ninguno de sus representantes se puso de acuerdo en el lugar de la sede. Fue la RFEF, tras una votación previa, quien dictaminó que el estadio para acoger la final del 30 de mayo será el Camp Nou, que recibió 26 votos. San Mamés recibió 18.

El estadio culé volverá a acoger una final de la Copa del Rey, como ya hiciera en la temporada 2009-2010 en la final disputada entre el Sevilla FC y el Atlético de Madrid. Si la sede de la final ya había levantado polvo hasta hoy, a partir de ahora empieza otro nuevo debate sobre este inesperado escenario y que sin duda traerá polémica ante la imparcialidad del propio campo y la más que probable pitada que recibirá el himno de España.

Acaba así un culebrón y comienza otro, que se repite sistemáticamente cada mes de marzo, cuando se conocen los finalistas para la Copa del Rey. Desde conciertos, obras en estadios rivales, pasando por la manifestación de la libertad de expresión que parece pagarse con cárcel en los estadios de fútbol. Una discusión baldía entre clubes que tendría una fácil y salomónica solución si en el mes de agosto, al inicio de la temporada, se decidiera la sede para la final, independientemente de quien la disputara.