El Real Betis Balompié ha derrotado (3-0) al CA Osasuna en al trigésimo segunda jornada de Liga Adelante para abrir hueco con sus rivales directos. Los goles de Alfred N’Diaye, Rubén Castro y Jorge Molina, todos en la segunda parte, reencuentran al Betis con la victoria y solidifican su liderato.
Cuarenta y cinco minutos de juego enchufado bastaron al Betis de Pepe Mel para arrancarle a Osasuna tres puntos esenciales tanto para la lucha por el ascenso como para la del descenso. Los rojillos consiguieron mantener prietas las filas durante el primer acto, ordenados y solidarios en las tareas de defensa, consiguiendo que Asier Riesgo no tuviera que trabajar bajo palos.
Los verdiblancos por su parte, remolones en el arranque, tantearon al rival sin apenas curiosidad hasta que el público terminó de llegar al Benito Villamarín. Para cuando todos estaban sentados, el genio sevillano incorregible hizo brotar de manera fulgurante los primeros pitos para hacer despertar a los muchachos que trotaban por el prado verde.
Tras la reprimenda y el descanso, los de Mel cambiaron el ritmo e invirtieron la dinámica hasta llevarla a su terreno. Ayudó la entrada al campo de Dani Ceballos, quien con su descaro fabricó el gol inicial. Escondió el cuero en el corazón del área, se abrió hueco entre piernas rivales y filtró un pase de gol a N’Diaye. El balón, que besó la red tras rebotar en el palo, traspasó la línea y el tanto fue celebrado sin remordimiento.
La brecha abierta en la zaga de Osasuna fue suficiente para desestabilizar toda la maraña defensiva construida laboriosamente hasta ese momento. Seis minutos después el Betis volaba ya libre, aprovechando el tembleque de los visitantes, y Rubén Castro cazó un balón de nadie para marcar en un abrir y cerrar de ojos.
Con el 2-0 y los puntos en el bolsillo pudo el líder de la categoría poner el picante al acto de desenlace. Fallaron todos los defensores béticos, falló Adán y su atuendo amarillo en sobrecogedor homenaje a su ex colega Casillas, y falló la delantera rojilla al provocar un fuera de juego que anuló su gol.
Desaprovechada la ocasión, el Betis no tardó en firmar el 3-0 para dar por concluida la función. Cabalgó en perfecta diagonal Vincenzo Rennella desde tres cuartos de campo con su zancada zlatanesca, se tiró un autopase en profundidad y asistió a Jorge Molina para que este empujase a la red el gol definitivo. Osasuna, descompuesto hacía ya tiempo, no pudo ni tan siquiera hacer amago de levantarse del suelo.
* Imagen: lfp.es
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