El Real Madrid se ha impuesto al Rayo Vallecano por 0-2 gracias a los goles de Cristiano Ronaldo y James Rodríguez, en un gran partido del equipo local que tuvo a los blancos contra las cuerdas. El que mire al marcador y no haya visto el partido puede imaginarse un partido cómodo de los blancos y sin alardes, lo suficiente para llevarse la victoria pero la realidad es muy distinta. El Rayo jugó sin miedo, presionando arriba y cerrando espacios, mientras que el Madrid volvió a dejar a la luz los problemas de Ancelotti ante esas situaciones.
La primera parte fue, casi con total seguridad, de las peores de la temporada del Real Madrid. El juego no fluía, el equipo estaba atascado y la distancia entre líneas hacía imposible las transiciones rápidas. El único que sacó algo positivo de la incapacidad del equipo fue Iker Casillas que salvó al equipo en varias ocasiones con sus paradas. El Rayo, por el contrario plasmaba a la perfección la idea de Paco Jémez de ahogar al rival en su área y así alejar el peligro de la suya. Cerca estuvieron en varias ocasiones de abrir la lata.
En la segunda parte el partido fue distinto, no mucho mejor pero poco tenía que ver con lo visto en los primeros 45 minutos. El árbitro, Melero López, fue protagonista por sus errores arbitrales, alguno de ellos muy graves como el penalti clarísimo de Amaya a Cristiano Ronaldo que resolvió con una amarilla el portugués, el futbolista blanco no daba crédito a la decisión del 
colegiado. Además, en pocos minutos, fusiló a los blancos con varias tarjetas amarillas que harán que Ancelotti rehaga un nuevo once para el próximo partido ante el Eibar por las sanciones. Pero, como dice el refranero popular, no hay mal que por bien no venga y ese error hizo despertar a los blancos de una nueva pesadilla en la Liga.
El bloqueo terminó en el 67 cuando Carvajal acuchilló la banda derecha para asistir a Cristiano Ronaldo que abrió el marcador de cabeza. La importancia del gol era doble para el portugués que marcaba su gol número 300 con el Real Madrid y daba cierta tranquilidad al equipo para los minutos restantes. Poco después era James quien convertía los nervios en sonrisas con un disparo desde la frontal del área ajustado al palo. El regreso del colombiano después de su lesión no ha podido ser mejor, siendo titular en los dos partidos y con un gol más en su cartera.
El partido estaba terminado tras los goles, el fuego del Rayo se apagó con los goles madridistas y los blancos vivieron tranquilos el resto de los minutos. Tres puntos clave en una semana importante para la Liga y con la Champions muy cerca de entonar el himno de nuevo.
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