A la Liga le queda un suspiro. Y el Barça volvió a dar un golpe sobre la mesa ante un rival de entidad, de esos a los que ganarles supone un paso más al título. Un Valencia que no se achantó en el Camp Nou, y que quiso morder desde el primer minuto. Suárez tenía otros planes y ejerció de triunfador otra jornada más. Los de Nuno dominaron en la primera parte, pero solo eso. Los segundos 45 minutos mostraron al Barça de siempre, dominando y matando el partido. Lo fulminó Leo, con su gol 400 en Liga. Un 2-0 que mantiene a los blaugrana una semana más como líder.
Luis Suárez pegó primero, a los 52 segundos. El charrúa siguió alargando su estado de gracia, culminando con el exterior una gran conducción de Messi, que cedió la bola para que el 9 hiciera temblar al Camp Nou. El Valencia pagó cara la osadía en los primeros segundos, donde se asentó en área culé, adelantando sus líneas y siendo un verdadero quebradero de cabeza por banda derecha.
El gol no arrugó a los ches. Rodrigo avisó con un recorte y un disparo dentro del área que lamió el palo de Bravo. Segundos más tarde fue el extremo valencianista quien cayó dentro del área tras el derribo de Piqué. González González no dudó y señaló el punto de penalti. Parejo disparó a la derecha de Bravo, pero el meta chileno leyó a la perfección la trayectoria del balón.
El Barça dominaba en el electrónico pero no así con el balón en los pies. Adriano, que dejó en el banquillo a Jordi Alba, sufrió en sus carnes las incursiones de Feghouli y Barragán, que fueron un peligro constante. El Valencia anuló en la primera mitad a la zona de creación culé, cuya única vía de escape era el contragolpe.
Pasaban los minutos y los de Luis Enrique ganaban en posesión, pero el Valencia seguía sin perderle la cara al líder. Alcácer volvió a silenciar a la grada con un disparo seco. Bravo hizo la estatua pero el de Torrent estrelló el balón en la palo. Messi pudo despedir la primera parte con su gol 400, pero el 10 falló inexplicablemente dentro del área tras la cesión de Xavi.
Tras la salida de los vestuarios el Barça volvió a ser el Barça, durmiendo la pelota y dejando que el reloj contara. Luis Enrique metió más dinamita en el campo con la presencia de Rakitic, que sustituyó a un Adriano sobrepasado. Mathieu ocupó el lugar del brasileño en banda izquierda. El Barça parecía conforme con el 1-0 y se limitó a pasear la pelota por todo el campo, defendiendo con el balón en los pies. Messi fue quien despertó a la parroquia culé con un disparo de falta que se estrelló en la cruceta de Diego Alves.
Nuno quiso meter gol con la entrada de Negredo en el campo, pero los de Lucho obraron bien en el verde, defendiendo como solo ellos saben, desgastando el cuero. Suárez lo hizo en el primer minuto, Messi mató en el último, con su gol 400 en Liga, tras un mano a mano que el argentino no desaprovechó. Un Barça que sigue en todo lo alto, a dos puntos del Real Madrid. Un Valencia que no logra comer terreno al Atlético en su lucha por Europa. Seis finales restan.
Follow
