El Real Betis Balompié ha derrotado (1-2) al Deportivo Alavés en el partido de la trigesimo quinta jornada de Liga Adelante disputado en Mendizorroza. El choque, aciago y de baja intensidad hasta los compases finales, estuvo marcado por el temple de un Betis que supo mantener su ventaja -marcaron Jorge Molina y Rubén Castro– hasta el minuto 83. El gol de Toti para los locales puso picante pero los tres puntos volvieron a ser para los verdiblancos.
Dos ocasiones manifiestas de gol y diez minutos de contención bastaron al Betis para seguir sumando de tres en tres una semana más. Los tantos, canalizados a través de las botas de la pareja ofensiva, permitieron a los visitantes mantener un ritmo bajo durante largos tramos en los que no sucedió nada.
La primera piedra erigida para construir la victoria la sacó de la nada Rubén Castro cuando, pegado al costado izquierda, todo era arena del desierto a su alrededor. El canario, sin embargo, atisbó a su compañero de ataque corriendo en la distancia y mandó una asistencia en profundidad medida con precisión. El cuero, botado con el exterior del pie, cayó en el momento justo a Jorge Molina, quien ajustó la mirilla y cantó gol en gesto ya automático. El delantero, desde la segunda venida de Pepe Mel, suma 13 goles -11 en los últimos 11 partidos.
En adelante, el Alavés inició una labor silenciosa y monacal buscando horadar el muro verdiblanco que no fructificó hasta que la distancia era ya insalvable. El adjetivo lo puso Rubén Castro, que convirtió un penalti con barrera desde la frontal del área aprovechando un paso en falso del guardameta Goitia. Era el minuto 73 y la parroquia verdiblanca, a pesar del dominio local, no dejaba de sonreír. Tras la semana de fiesta y la racha prolongada, el enfrentamiento en el lejano Norte no podía ser sino el choque en el que los muchachos de verde y blanco sólo rascan un empate.
Con el 0-2 y el piloto automático entró el Betis en su fase de sufrimiento, controlando que la misma se prolongase por no más de diez minutos. Entonces reculó la defensa, colocó el Alavés catapultas a uno y otro lado dispuestas a centrar balones al área y en una de esas erró el central Bruno. El balón lo recogió Toti, activo como Manu Lanzarote durante todo el partido, y obtuvo su premio.
El empate pudo llegar de la misma forma que el Betis pudo dejarse puntos aquí y allí en los fines de semana anteriores. No ocurrió dado que el futuro para los de Mel, como lo estaba el año pasado a estas alturas, está ya escrito. Entonces las semanas eran desgraciadas. Ahora, subidos en una dinámica opuesta, el tiempo pasa de flor en flor para los andaluces. Ganar en primavera es el mejor síntoma para un equipo de fútbol. Este Betis lo ha conseguido y el ascenso comienza a acariciarse.
* Imagen: lfp.es
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