Inicio 1ª División Real Madrid 2-2 Valencia: El Real Madrid creyó hasta el final

Real Madrid 2-2 Valencia: El Real Madrid creyó hasta el final

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valenciaAgónico partido en el Santiago Bernabéu, seguramente uno de los mejores que se han podido ver en esta temporada.  La mala suerte y el empujón valencianista de la primera parte obligaron al Madrid a remontar si querían seguir vivos en la Liga, los hombres de Ancelotti creyeron hasta el final que fue agónico para la afición pero no pudieron pasar del empate. El Real Madrid encontró el camino para pasar la elminiatoria del próximo miércoles, ese gen madridista del que siempre han presumido y que permite luchar hasta el final. Iker Casillas fue el gran perjudicado del partido con dos goles encajador y una sonora pitada de su propio público.

La primera parte fue de menos a más, como la intensidad del público que abarrotaba las gradas del Santiago Bernabéu. El Valencia propuso una faceta defensiva a la altura de los jugadores que tenía delante y no mostró prisa ninguna por asaltar la portería de Iker Casillas. Además la suerte se puso del lado de los visitantes, el Madrid dio tres palos en los primeros 45 minutos algo que llegó a desesperar a los jugadores y a los aficionados. Cuando mejor estaban los hombres de Ancelotti llegó el primer gol valencianista. La jugada vino desde banda izquierda en las botas de Piatti que la puso al corazón del área y allí estaba Paco Alcácer para conectar el primer mazazo a los blancos. El segundo gol ‘ché’ no se hizo esperar, estaba vez era Parejo el que colgaba el balón al área y Javi Fuego el que conectaba de cabeza. Ambos goles hicieron que el público dedicara una sonora pitada a Iker Casillas.

El Madrid seguía con la presión pero gafado con los palos. El marcador estaba muy cuesta arriba pero antes de cumplirse el tiempo reglamentario Bale daba la oportunidad al equipo de recortar distancias provocando un penalti. Diego Alves, seguro de sí mismo atajó el disparo de Cristiano.

real madridEn la segunda parte Ancelotti reemplazaba a ambos laterales y eso dio al equipo el impulso que necesitaba. A los diez minutos de juego Pepe hacía creer al Bernabéu que la remontada era posible con un gol de cabeza a la salida de un córner. Los piques entre los jugadores de ambos equipos se sucedían  constantemente por la presión del marcador. El delirio llegó en el 83 cuando Isco sacó el guante que tiene como pie derecho y batía a Diego Alves desde la frontal del área. Eso provocó que lo que en la primera parte parecía una utopía se convirtiera en más real que nunca. El equipo lo intentó hasta el final pero el gol de la victoria no llegó y las opciones en la Liga se esfumaban.