Inicio FC. Barcelona Barça: sentar las bases de un ¿nuevo? ciclo

Barça: sentar las bases de un ¿nuevo? ciclo

Compartir

 

eleccionesServidor todavía mantiene latente en la memoria las formas, sensaciones y atmósfera que rodeaban y consumían a la plantilla del Barcelona el año pasado a estas mismas alturas de curso. Apeado a través de una endeble resistencia futbolística por el Atlético en cuartos de final de la Champions, y dejado en evidencia por el mismo robusto oponente en Liga en la última jornada, los pupilos del Tata Martino mostraron una exasperante carencia de argumentos y fe en la labor que tenían entre manos. En pocas palabras, un equipo roto y sin alma. El fin de una era.

Hoy, con reestructuración técnica incluida y severos cambios deportivos, la credibilidad futbolística de los azulgranas florece de nuevo. Emerge sustentada por una idea, por una línea de trabajo concienzuda impuesta por Luis Enrique y su staff, que se han adaptado a los jugadores a su disposición para conformar un Barcelona polivalente y heterodoxo que está a tiro de la temporada perfecta en su primer año de vida.

Ocurra lo que ocurra en la resolución de las tres competiciones, y a pesar de la sanción FIFA por la que no podrán fichar este próximo verano, las bases para volver a ser referente están puestas. Ahora algunos oportunistas otorgan crédito al anterior director deportivo de la entidad. Andoni Zubizarreta hizo muchas cosas mal, y otras bien, como no podía ser menos. Fichar a Rakitic, Suárez y Mathieu no es ningún mérito. Tan sólo el croata fue una ganga a tenor de su calidad y rendimiento. Sea como fuere, la mayoría de incorporaciones han tenido un impacto inmediato positivo. Todos han asumidos sus roles con la actitud adecuada, sin rechistar por la falta de minutos algunos de ellos. El técnico asturiano ha repartido minutos y demostrado confiar en todos sus hombres (a excepción de Douglas, y con santa razón quede dicho). Semejante logro nunca se habría alcanzado sin una convivencia sana, sin un entorno unido y profesional.

Ahora bien, no debería ser yo el único que sintiese ardiendo en la memoria aún hoy las esquirlas de la nefasta temporada pasada. A las puertas de las elecciones, nadie en su sano juicio debería plantearse no darle continuidad a Luis Enrique y a su equipo (si ellos quieren, obviamente). Leo y oigo que algunos de los precandidatos vendrían con nuevos cuerpos técnicos, como es el caso de Jordi Farré y su plataforma Som gent normal. Y quien sabe lo que le pasará por la cabeza a Joan Laporta. Con un equipo de éxito en ciernes, lo más sensato parece ser apostar por darle recorrido al proyecto actual. Tratar de dar forma a un nuevo ciclo azulgrana, que igual de exitoso o no que el del Guardiola, otorgue estabilidad a la entidad. Otro camino se antojaría excesivamente arriesgado, o lo que es lo mismo, conformarse con una brillante temporada en lugar de propulsar el proyecto hasta donde los futbolistas consigan elevarlo.