“Levántate, ya va siendo hora”. Cada día odiaba más a aquel funcionario, siempre estaba presionando, no daba tregua en ningún momento. El sueño se apoderaba de boquerón, los dos partidos contra el Laboral Kutxa habían sido agotadores y para colmo los vascos han provocado el tercer partido. Tratando de espabilarse, Unicaja se lava la cara un poco y sale al patio, mientras baja las escaleras va pensando en la estrategia para el partido de esta noche, no puede dejar escapar la oportunidad. El sueño de ser campeón tiene que pasar a ser una realidad, han sido ya muchas las oportunidades perdidas y en su mente solo está presente salir de aquella cárcel.
Una vez en el patio el malagueño comienza a entrenar, el sol abrasador hace que nada más empezar a calentar las gotas de sudor resbalen por la frente. Un viejo conocido se acerca a la cancha: “Parece que este año no nos vamos a ver las caras en las semifinales”, el madrileño podría parecer a primera vista amigable, pero siempre se guardaba un as bajo la manga. “Esa es tu suerte”, Unicaja suele ser contundente en sus respuestas, al igual que en los partidos, o era tranquilo o una maquina apisonador, “este año no hubieras aguantado mi juego”. Vikingo se quedó un rato pensando en su respuesta: “Desde luego con ese tiro de tres lo hubiera tenido bastante fácil”, llevaba razón, en el segundo partido de los cuartos los malagueños solo anotaron ocho de sus veintinueve intentos, algo pésimo y si quería pasar la fase tenía que mejorarlo. “Una mala racha la tiene cualquiera”, aunque el blanco estuviera en lo cierto había que mantenerse firme, “sin embargo, la ilusión la poseen pocos”. El madrileño era consciente del espíritu luchador del andaluz, pocos lo igualaban, pero la realidad estaba clara: “Puede ser, pero el que se juega el pase a todo o nada esta noche eres tú, mientras que el que espera rival sentado en semifinales soy yo”. Un tercer personaje irrumpió en la conversación justo a tiempo, ya que ambos comenzaban a encararse; ni siquiera pertenecía al modulo de los Play-offs, pero parecía no estar muy a favor del de la capital: “El apoyo de fuera siempre te ha hecho pasar las rondas, más vale que no te confíes mucho y que no creas que la siguiente ronda va a ser un paseo, esta noche es el tercer encuentro de la serie de la que sale tu rival en la siguiente fase, y créeme ninguno de los dos son animales dóciles”, Unicaja sabía perfectamente quien era, el día en que empezó la post-temporada estuvo hablando con Herbalife, tratando de echarle una mano. El Real Madrid, que sabía cuando no era bienvenido en un sitio supo leer la inferioridad y se fue de allí, pero no sin antes lanzar un último mensaje: “A ti ya te veré en la final… si llegas”.
Bruixa d´Or y Unicaja se quedaron allí, antes de que el de Costa del Sol volviera de nuevo a su entrenamiento tras el parón, el de Manresa le dijo una última cosa: “Aunque tus eliminatorias puedan parecer complicadas, el otro lado de la tabla está más apretado que las tuercas de un submarino. Bilbao y Valencia no van a darse cuartel, ellos también se lo juegan todo esta noche y al ritmo que van, personalmente opino que el vikingo va a necesitar mucha de esa ayuda externa que siempre tiene para llegar a la final. Boquerón, este año los presos ya nos hemos cansado del mismo menú cada curso y solo vosotros cuatro podéis cambiarlo. Esta temporada ya no se trata de presupuesto, llevo mucho tiempo y nunca he visto las series tan ajustadas. El de la capital tuvo suerte, si no llega a ser por los dos últimos fallos del canario estaría en la misma situación que tú”. Era cierto, Albert Oliver hizo una increíble exhibición de fundamentos y Eluis Baéz mostró la garra que le caracteriza; sin embargo, los errores del último minuto le hicieron caer. El catalán continuó: “Tanto tú como el Baskonia sois claros candidatos, y en el otro lado las expectativas respecto a los otros dos no hacen más que ascender. Tanto el catalán como el madrileño siguen siendo equipos soberbios, pero la realidad es que tras varios años, por fin la liga no se basa en dos”.
Esta noche es la última oportunidad para los dos vascos, el valenciano y el andaluz. Pase quien pase la ronda y ante la dificultad que han tenido los dos grandes para ganar en el segundo encuentro de su serie una cosa ha quedado clara, el oligopolio se ha terminado. Se terminó comer siempre lentejas, lo más probable es que esta temporada el que alce el título no sea ni culé ni vikingo.
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