Sergio Ramos ya ha quedado marcado para lo que le quede de carrera profesional. A partir de ahora, pase lo que pase, será visto por un sector del madridismo como un pesetero, otros le verán como una persona orgullosa y cabezona, que ha preferido abandonar el club “de sus amores” por un enfrentamiento personal con el presidente. Esos dirán “si tan madridista eres ¿porqué te vas aunque te lleves mal con el presidente?”. Otros le apoyarán, no sé cuantos, pero lo esperpéntico del “caso Ramos” hace, supongo, que el aficionado madridista esté alucinando en colores.
¿Porqué de repente todo va mal? ¿Porqué de repente otro de los referentes del equipo puede salir por las cloacas del Club al igual que Casillas? ¿Quién es el o los culpables de esta situación?
Al igual que se ha demostrado que Mourinho ha reventado en parte la carrera de Casillas en el Madrid, Florentino puede convertirse en el verdugo de Ramos, se quede o se vaya el sevillano.
Nunca sabremos la verdad al completo, porque lo que leemos y escuchamos es obviamente información filtrada y tendenciosa en un contexto de negociación pura y dura. Pero el tufillo que deja todo esto es que el matrimonio Pérez-Ramos está al borde de la extinción. Ya está tocado de por vida. Sólo queda saber si podrán mantener el paripé vivo “por los niños”, es decir, por el presunto madrididsmo que dicen sentir ambas partes.
Los protagonistas siguen sin dar la cara, utilizan los medios de comunicación para lanzarse dardos porque les interesa, el tiempo pasa, la pretemporada ya está aquí, y el Madrid da la sensación de estar descosido, de no empezar una nueva etapa, de no generar ilusión, de transmitir la imagen de un club “devora entrenadores” y “devora capitanes”.
Esto es sencillo, si sientes que no te quieren vete. Vuela como un pajarito y busca la felicidad en otro sitio. Tienes “pelas” de sobra y la hipoteca pagada. Eso sí, siempre podrás decir que tu Jefe también se ha equivocado. Que ha metido la pata hasta el fondo y que sólo camuflará sus repetidos errores con títulos. Títulos que se consiguen con los buenos jugadores y algo de suerte . Suerte que por cierto, va a necesitar la ex-pareja Ramos-Pérez.Una relación casi acabada que les dejará una huella imborrable. Ellos se lo han buscado. Demasiado orgullo. Aunque se reconcilien.
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