Inicio 1ª División El Granada, a olvidar su última humillación en el Bernabeu

El Granada, a olvidar su última humillación en el Bernabeu

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Granada Real MadridNoelia Gómez.- El Granada, que sufrió la mayor sacudida desde su regreso a Primera en su última visita al Bernabeu (9-1), quiere lavar su imagen en el templo blanco. Con nuevos hombres en sus filas, distinto técnico y con optimismo, se desplazará la expedición rojiblanca hasta la capital para disputar su cuarta jornada de Liga.

Cinco meses y once días han pasado desde la última visita del Granada CF al Santiago Bernabeu. Una visita que, sin duda, la afición granadinista tiene grabada a fuego y no es para menos, pues la imagen que dio el por entonces equipo de Abel Resino dejó mucho que desear. Nueve goles encajados, cinco de Cristiano, que consiguió el primer ‘repoker’ de su carrera, dos de Benzema, uno de Bale y otro de Diego Mainz en propia puerta, firmaron la victoria con mayor diferencia lograda por el Madrid en la Liga desde el 9-1 que consiguió en el año 1967 ante la Real Sociedad. Todo ello, unido a una defensa que hacía aguas se mirase por donde se mirase, y a una desafortunada actuación del guardameta Oier Olázabal, fue mucho más que un jarro de agua fría para la afición rojiblanca, que catalogó de «vergonzosa» la imagen ofrecida por su equipo.

En los últimos veintiún enfrentamiento entre merengues y rojiblancos, los granadinos, que se han ido de vacío en dieciocho ocasiones, tan sólo han conseguido una victoria y dos empates, por lo que rasgar algún punto ante el conjunto blanco es prácticamente un milagro, y más ahora. El buen estado de forma, el potencial y el afán goleador que porta el Real Madrid hace muy difícil que uno de los llamados «equipos de la otra liga» consiga frenar al cuadro entrenado por Rafa Benítez, pero pese a ello, el Granada CF se desplazará hasta la capital dispuesto a dejarse la piel, mostrar buena imagen para olvidar la humillación de la pasada temporada, e intentar convertirse de nuevo en ese ‘matagigantes’ que aparece de vez en cuando para sorprender a los grandes y dar un punto de moral y optimismo a su afición.