El canterano se lesionó ayer en el encuentro ante la Roma al minuto de salir al campo. Se retiró en camilla con gestos de dolor evidentes y las pruebas confirmaron el peor de los presagios: rotura ligamento cruzado de la rodilla derecha. Tendrá que ser operado y se pierde todo lo que resta de temporada. El Barça, sin Arda ni Aleix Vidal hasta enero, ni Rafinha todo el año, corto de efectivos.
El brasileño venía siendo importante esta temporada para Luis Enrique. Ya en su cesión al Celta, con el asturiano como entrenador, demostró que gustaba y era importante para el técnico. El año pasado no jugó tanto como a el le gustaría, pero este era uno de los recambios fijos para Lucho, saliendo incluso de titular en partidos importantes. Ahora, tendrá que ser paciente y prepararse para volver a tope.
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