El Barcelona vuelve a recuperar el trono, será líder una jornada más tras acabar goleando al Levante en un partido que se antojaba de trámite para el difícil duelo ante el Celta la próxima jornada. Luis Suárez fue suplente y no jugó ni un minuto, cosa que el equipo pareció echar de menos pues se vio estéril a la hora de hacer gol en la primera mitad. Messi hizo doblete pero falló un penalti, Neymar también marcó.
Luis Enrique sacó de inicio a Munir y Sandro, cosa que pareció causar desconcierto en los jugadores puesto que no encontraron buenas conexiones durante los primeros 45 minutos. Neymar, Munir y Messi tuvieron las mejores oportunidades para inaugurar el electrónico, pero no estuvieron afortunados a la hora de batir a Rubén. La primera mitad acabó con un claro dominio del Barça en la posesión del esférico y con algún susto aislado de un Levante ordenado atrás e inofensivo en la faceta ofensiva.
Nada más reanudarse la segunda parte, comenzaba a animarse el encuentro. A los cinco minutos, Messi ponía un pase picado perfecto entre líneas para que Bartra controlara con el pecho y definiese perfecto al palo corto del guardameta para hacer el 1-0.
No tardarían mucho más los de Luis Enrique en hacer el segundo, puesto que a los cinco minutos Neymar aprovechaba un barullo en el área pequeña para empujar el balón que, con fortuna, acabó entrando en la portería rival. El brasileño aprovechaba el gol para dedicarselo a su compatriota y amigo Rafinha, lesionado de gravedad en el pasado encuentro de Champions ante la Roma.
El partido parecía ir a tramos en estos minutos, puesto que de nuevo cinco minutos más tarde llegaba el tercero. Un penalti cometido precisamente sobre Neymar, hacía que Messi se apuntase a la fiesta goleadora del equipo. El argentino fusilaba engañando al portero para poner el 3-0 en el marcador.
El Levante aprovechó un error de Ter Stegen para marcar el gol de la honra. Una salida en falso del portero a un centro puesto desde el córner, acababa con el balón cayendo franco a las botas de Víctor Casadesús que solamente tuvo que empujarla para el 3-1.
Ante el «susto» del gol del Levante pudo responder de nuevo Messi. El segundo en su cuenta particular podría haber llegado de nuevo desde los once metros, pero mandó el balón por encima del larguero. Sí aprovechó su última bala, en una jugada marca de la casa arrancando desde la derecha y acabando con un latigazo desde la frontal ajustado al palo del portero que nada pudo hacer para impedir el definitivo 4-1.
Sosa pero contundente victoria para el Barcelona que sigue siendo líder y que ya piensa en el próximo duelo en Balaídos ante un Celta en estado de gracia.
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