Le sentó de maravilla el parón navideño al Sevilla. El conjunto de Unai llegaba a la cita con la intención de seguir manteniendo el fortín nervionense, y una semana más lo volvió a lograr. El equipo hispalense salió con mucha intensidad desde el principio y antes de que se cumpliera el primer minuto de juego ya llegaría el primer disparo de Inmobile, una de las novedades del once junto a Cristóforo e Iborra.
El Espanyol creó poco peligro durante la primera mitad, pero a punto estuvo de marcar tras un grave error de Rami en un desplazamiento horizontal que Caicedo no aprovechó al estar un poco lento en su conducción hacia la portería de Sergio Rico. A ello habría que sumar un tiro de Hernán Pérez y alguna aproximación de un Salva Sevilla, que estaba con ganas, como lo más destacado del conjunto catalán.
Al cuarto de hora de juego, el Sevilla se pondría por delante. Vitolo se quedó solo y acabó definiendo con un débil disparo que Inmobile, adelantándose en su carrera a los dos centrales visitantes, acabó rematando a la red. El italiano veía recompensado su ímpetu y hacía justicia en el marcador.
Posteriormente, pudo abrir diferencia Konoplyanka tras una acción muy elaborada de los rojiblancos que permitió al ucraniano sacar un duro lanzamiento desde la frontal que atajó con seguridad Pau López. Quien no perdonaría sería Banega, después de una larga jugada personal de Mariano Ferreira. El argentino batió con sutileza a Pau mediante un disparo que se coló entre las piernas del guardameta españolista.
Los sevillistas incluso pudieron hacer mayor la herida a su rival si Inmobile hubiera estado un poco más acertado en su cabezazo a un preciso centro desde la izquierda de Ever Banega. Así se fue el partido al descanso, con superioridad sevillista en el juego y en el marcador, aunque con la sensación de haber podido encarrilar aún más el partido.
Y la verdad es que esto lo notaría bastante a lo largo del segundo periodo, ya que aunque el Espanyol no daba la sensación de demasiado peligro salvo en contadas ocasiones, estaba presente en la parroquia sevillista la sensación de que con un gol, los catalanes volvían a meterse en el partido. Principalmente Burgui fue el visitante que más peligro llevó desde la izquierda con algunos tiros que pudieron acabar en gol.
Sin embargo, el Sevilla también se aproximaba y disparaba con peligro sobre la portería de su rival. Un incansable Inmobile y los suplentes Reyes y Krohn-Dehli pusieron en apuros a Pau en varias oportunidades. Durante el resto de la segunda mitad, el intercambio de golpes fue una constante, pero el marcador no se volvería a mover.
De esta forma, el Sevilla acumula en el Pizjuán 21 puntos de 27 posibles en esta liga. El conjunto sevillano no pierde en casa desde que lo hiciera frente al Celta allá por el mes de septiembre. La friolera de 24 victorias ha conseguido el equipo de Emery durante este 2015. La asignatura pendiente de este equipo, sin duda, sigue siendo cosechar más puntos fuera de su estadio. Será uno de los propósitos sevillistas para este nuevo 2016.
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