Se conocían, se habían estudiado mucho y se volvían a ver nuevamente las caras. En esta ocasión, la cita sería liguera, y con uno de los protagonistas observándolo todo desde la grada, Unai Emery. El entrenador del Sevilla FC cumplía su segundo partido de sanción tras ser expulsado en el Calderón hace medio mes.
Los vigueses querían redimirse del tropiezo copero del Pizjuán y brindarle una victoria a su afición, después de que la abultada derrota les complique muchísimo meterse en la final de la Copa del Rey. Los hispalenses, por su parte, intentaban tímidamente adelantar su presión para buscar el balón en zonas peligrosas; aunque siempre con la conciencia de no dejar espacio a las espaldas.
Sin embargo, el Celta, sin crear demasiado peligro, se fue adueñando del esférico. Bongonda y Beauvue eran incisivos por banda, pero ni ellos ni los laterales locales acertaban a poner buenos centros y ahí se desbarataban las ocasiones del equipo de Berizzo. Solo tuvieron opciones con lanzamientos desde la frontal de Wass y Bongonda.
El partido se pondría aún más cuesta arriba para el equipo de Unai cuando en el ecuador del primer tiempo Fazio sería expulsado. Sin duda, no tuvo el mejor regreso el argentino en la vuelta al equipo nervionense.
A pesar de ello, los rojiblancos no dieron ningún paso atrás, pero sí potenciaron más el uso de sus mejores armas. Una de ellas, que tanto rendimiento le ha dado en los últimos tiempos, el balón parado, sirvió al Sevilla para ponerse por delante en el marcador al filo del descanso. Un saque de esquina fue rematado por Llorente y el rebote quedó franco para que Carriço disparara al fondo de las mallas.
En el segundo tiempo, ese paso atrás del Sevilla sí se produjo, y el Celta salió con la clara intención de buscar el empate. Beauvue y Planas gozaron de buenas oportunidades, pero sus lanzamientos acabaron fuera del marco defendido por Sergio Rico.
El Sevilla dio el susto en Balaidos con un cabezazo de N’Zonzi que se estrelló en el palo izquierdo de la portería de Sergio Álvarez. No llegó el segundo tanto visitante y lo que sí se produjo fue el empate de los gallegos, a través de una elaborada jugada que acabó con un centro de Wass y un brillante remate de Beauvue.
La igualada dio alas al Celta, que siguió abriendo mucho el campo e intentando llegar al área con un juego de toque bastante estético. El Sevilla perdía el balón muy rápido y el cuadro local conseguía poco a poco arrinconar al conjunto hispalense. Los remates de Aspas y Guidetti fueron las ocasiones más destacadas del equipo vigués, pero finalmente la remontada no llegaría.
Reparto de puntos en Balaidos. EL Celta lo intentó casi por todos los medios, pero se encontró con el muro defensivo sevillista, que jugó con un futbolista menos más de 60 minutos. Ambos equipos volverán a verse las caras nuevamente el próximo jueves en la vuelta de semifinales de copa, en lo que será el final de esta trilogía semanal.
Follow
