Javier Muñoz – Un Madrid compacto y ambicioso tradujo en la segunda parte la superioridad global sobre la Roma. Gran debut por tanto de Zidane en la competición continental, con un equipo que dio la talla ante la primera cita importante bajo la dirección del técnico francés.
El Madrid trataba de asaltar constantemente la portería, cercada por un corajudo Roma. Los de Zidane abrían el campo con las subidas de los laterales, la creación de espacios o la buena circulación del balón, factores con los que el Madrid movía a una defensa que se veía obligada a conceder un buen número de córners. Pero ésta no cedía, por lo que la primera ocasión clara que consiguieron crear los blancos fue a la media hora de juego por medio de Marcelo. Sin embargo, en el ocaso del primer acto los italianos estuvieron cerca de efectuar un par de contras, abortadas por un providencial Varane.
Tras la reanudación, el dominio del encuentro estaba más repartido; Digne interceptaba de forma polémica un pase de Ronaldo para James, poniendo su bota sobre el colombiano que intentaba orientar el esférico con la cabeza hacia la portería, mientras que Keylor despejaba un balón en largo al que no llegó El Saarawy.
Sería en el minuto 56 cuando Cristiano Ronaldo abría la lata con un espectacular gol: recorte hacia atrás y chut con efecto al segundo palo, tras rozar eso sí en un rival. Luego, entre idas y venidas de ambos equipos, a punto estuvo de empatar la Roma de tiro lejano, al igual que Ronaldo pudo haber aumentado las diferencias a la par de su cuenta particular con un cabezazo gracias a James que le devolvió el regalo en forma de pase a las espaldas de la defensa. Insistía el Madrid en el juego aéreo: Benzema y James, tras una gran acción de Ronaldo por la banda izquierda, tampoco tuvieron fortuna. El cansancio y un gran Madrid liderado por el astro portugués hacían pagar a la Roma su cambio de sistema, dejando más espacios al lanzar arriba a los laterales y bajando la intensidad de la presión que en la primera parte ejerció en último cuarto de cancha.
Jesé entró por James y a falta de cinco minutos para la conclusión del encuentro, el canario ponía una vez más sobre la mesa sus credenciales para la titularidad y decidía la ida y posiblemente también la eliminatoria, encarando desde la derecha y cruzando el balón en un punto muerto del portero: abajo y a un lado.
La vuelta, el martes día 8 de marzo en el Santiago Bernabéu.
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