José Cuadros- El Atlético de Madrid sería campeón en cualquier liga del mundo en su actual estado de forma menos en España, donde lucha contra los dos mejores equipos del mundo. Uno lo demuestra cada jornada (el Barça no falla nunca), el otro cuando el viento le sopla por popa (el Madrid le metió 7 al celta), pero no está en el ADN colchonero el rendirse y lo van a intentar hasta el último momento, como demostró hoy en Mestalla ganando el partido por 1-3.
El Atlético siempre buscó llevarse los tres puntos y cuajó un gran partido gracias a las grandísimas actuaciones de Griezmann, Torres y Carrasco y a las decisiones valientes del Cholo. En contrapunto su homologo en el banquillo ché, dio muestras de una inseguridad propias del novato que es.
El partido comenzó con un Atleti mandón y de tronío. Tanto es así que gozó de varias ocasiones en los primeros 20 minutos: en el 6 un disparo muy cruzado de Koke, en el 8 un remate de Giménez en un córner, en el 14 un rechace que le llega a Vietto y su volea se va alta, en el 16 una internada de Saúl que casi acaba en penalti, en el 18 unas buenas combinaciones en las cercanías del área del Valencia que acaba en disparo de Vietto y rechaza la defensa a córner.
Tanto va el cántaro a la fuente que al final en el 24, después de un buen robo de balón de Koke en las inmediaciones del área che, Griezmann hizo un gran gol desde fuera del área, cruzándola perfectamente rasa y fuerte a la izquierda de Alves. El fútbol es caprichoso a veces y en el 27, una jugada aislada llegó el empate. Tras un balón en largo de la defensa valencianista hacia Alcácer, que le puso un gran balón a Cheryshev en una gran dejada con la cabeza, el ruso no perdonó y puso el empate a uno en el marcador.
Entonces el partido enloqueció y los equipos empezaron a tirarse contras vertiginosamente. El Atleti atacaba por lo injusto del marcador, el Valencia, espoleado por Mestalla y por la necesidad de puntuar. Se vieron lances muy bellos, rápidos y eléctricos de los dos equipos hasta el final de la primera parte.
La segunda parte comenzó como la primera, con el Atleti lanzado a por el partido y un Valencia más acongojado temiéndose la traca en la grada de Mestalla. El único que se salvaba era Alcácer, el valenciano estuvo muy listo en todas sus acciones y era el único que generaba peligro en el área de Oblak. Por otro lado el Atleti atacaba con ganas y en el 59, Vietto nuevamente dispuso de una nueva ocasión que le negó Alves en una espectacular parada con ayuda de larguero incluida. El argentino no está teniendo suerte de cara al gol.
El Cholo fue a por el partido, quitó a Krannevitter, que estuvo muy correcto, y metió a Torres. ‘El niño’ no le iba a defraudar, ya que en el 71 provocó un córner que finalmente acabaría rematando el mismo a gol después de que Giménez peinase el balón al segundo palo.
Ya con el partido donde le gusta al Cholo, el técnico dio entrada a Carrasco por Vietto y el belga empezó a destrozar la defensa valenciana a base de velocidad y fintas. En una de ellas, en el 76, casi marca el gol del año colchonero en una gran conducción que acabó con un disparo con rosca desde fuera del área que no entró por la escuadra de milagro.
Todo iba a ir de mal a peor para el Valencia porque se iba a quedar con uno menos por la expulsión por doble amarilla de Aderlan Santos en el 79. Aquí se generó una situación un tanto rocambolesca en el banquillo che, ya que Neville dudó entre Negredo y Abdennour y, cuando se decidió por el turco para afirmar la defensa, acabó desestimando la idea por petición popular de la grada de Mestalla. Pero el partido ya estaba acabado para el Valencia, que terminó por abdicar en una nueva contra de Carrasco después de una buena jugada colectiva del Atleti, entrando como Pedro por su casa en el área de Alves y batiendo al brasileño por debajo de las piernas. No había tiempo para más.
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