El Madrid cumplió ante un Depor ya salvado pero no pudo culminar la hazaña de la remontada al vencer el Barça en Granada, pero acaba la liga con buen sabor de boca por haber luchado hasta la última jornada después de que Zidane cogiera a un equipo desahuciado, ahora con posibilidad de conquistar la competición por excelencia del Real Madrid: la Champions League.
El Real Madrid, como siempre magistralmente dirigido por Modric, acaparó el protagonismo del juego en la primera parte con una BBC en plenitud, que tuvo a Cristiano Ronaldo como referencia absoluta en ataque. La segunda parte, un trámite.
El Madrid dominaba, movía la defensa hasta que Bale encontró el pasillo por la izquierda. El remate de Benzema fue pésimo, pero ahí estaba el siete blanco, haciendo honor a dicho dorsal y a ese minuto que siempre dignifica el Bernabéu recordando al emblemático Juanito, a cuyo clavo ardiendo se agarra el Madrid en este tipo de situaciones, y a otra leyenda blanca como Raul González, quien también recurría a esos goles de área como el que Cristiano Ronaldo abrió la lata en Riazor.
Entre tanta insistencia del Madrid por el dominio del encuentro y acosar las inmediaciones de Pletikosa, el portugués ampliaría su cuenta a la par que la de su equipo. El segundo vendría de un cabezazo en un córner botado por Kroos, rebotando en la espalda de Mosquera antes de que el balón entrase en la portería, eso sí, y sin exento de polémica por la que los jugadores deportivistas rodeaban al colegiado en protestas a una posible infracción de Bale sobre Arribas. Los de Zidane no daban tregua y a continuación, tras un pase de Modric, Ronaldo mandaría al poste un balón cruzado con el exterior desde una esquina del área chica, y luego se vería obligado a intervenir en una ocasión de Benzema que lo intentó desde el borde del área.
Sin embargo, las acometidas del Madrid no daban respiro alguno a los locales y el astro de Madeira continuaría siendo la pesadilla la defensa del Depor: con su pierna menos buena, la izquierda, estrellaría desde el fuera del área un balón en la cruceta. Poco antes del minuto 40 llegaría el primer acercamiento con peligro blanquiazul, en el que Fede Cartabia intentaba superar a Keylor cruzando el balón a pierna cambiada.
Ya con todo el pescado de la liga vendido, a la vuelta de vestuarios alguna que otra combinación buscando las espaldas de los laterales, si bien las oleadas ofensivas no llegaban con la misma fuerza que minutos antes y el Depor también lo intentaba pero con el principal objetivo en mente de no recibir más goles ante su gente. Antes de la media hora de la segunda parte, Keylor Navas sacaba de nuevo a relucir sus reflejos despejando un cabezazo a bocajarro. Isco, Jesé y James tendrían minutos para reivindicarse pero el partido moriría poco a poco sabiendo del ganador del mismo y, mirando hacia el sur, también el justo vencedor de esta edición de la Liga BBVA.
Follow
