Inicio 1ª División La noche en la que el Cholo, tuvo miedo a ganar

La noche en la que el Cholo, tuvo miedo a ganar

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cholo ordenaManuel Luis Ruiz Morales.- Era el partido esperado, un partido sólo para soldados que desplegaran la táctica concebida por su general, y todo estaba de cara para el caudillo hijo de Neptuno, mas no pudo ser.

El encuentro fue para estrategas, y así se fue plasmando en la primera parte. Los militares de la diosa Cibeles se impusieron en una falta lateral (junto con otra arremetida de Benzema, que a punto estuvo de doblegar las fuerzas colchoneras), pero la igualdad era manifiesta.

Y así, continuó la batalla tras el intermedio. No obstante, la ofensiva ahora venía del lado rojiblanco, que nada más comenzar la segunda mitad tras la reanudación desaprovechó una inmejorable ocasión para equilibrar la contienda, recuperando el terreno perdido tras las hordas blancas. No pudo ser. Pero no cesaron en el empeño y aprovecharon la debilidad del flanco derecho de la trinchera madridista, ante el empuje demostrado por las arremetidas del Teniente Ferreira Carrasco. Y una emboscada desplegada por el costado contrario, permitió la fractura de las posiciones parapetadas por Danilo. Así fue. Es curioso, que aquello ocurriera justo después de un par de intentos merengues de derrotar absolutamente al ejército “indio”.

Tras eso, unos minutos de importunada pausa. Importunada porque los del Manzanares empezaron a desaprovechar, desde ese momento hasta el final del choque, la quiebra provocada en la barricada de los de Chamartín.

Los de Concha Espina mostraron sus flaquezas, estaban inesperadamente cansados, y por momentos groguis. Tampoco pareciera que su repliegue hubiese sido tan  extenuante, pero si, mostraban una considerable depauperación, el derrocamiento parecía verse venir. Pero no.

El Cholo no quiso arriesgar en esos últimos minutos del tiempo ordinario, manteniendo todo igual. La misma estrategia, los mismos soldados. Era inexplicable. Y más incomprensible fue tras el inicio del tiempo extra.

Zidane no tenía nada que cambiar, no podía modificar nada más, había agotadoZinedine_Zidane_MILIMA20140914_0098_8 sus recursos a quince minutos del noventa. Mas Simeone pudo ser más ambicioso, y no lo fue. Esperó al ciento diez para refrescar, y por obligación. Poco tiempo para incidir en la llaga. Pudo destruir el ala derecha de la guardia de la Casa Blanca. Bale era un zombi, Danilo era la vulnerabilidad. Carrasco con apoyos del batallón impetuoso, ágil y dinámico de Correa (o Vietto que quedó fuera de la convocatoria) durante cuarenta minutos, junto con el cansancio de Pepe tras los ciento veinte minutos, hubieran podido dar otro color a la Orejona. Quizás. Pero el Cholo se conformó con aguantar el planteamiento, con controlar la batalla, y llegar hasta el final de los finales. Todos sabemos cómo acabó. Y es que el Cholo tuvo miedo a ganar.