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Aito: la vida hecha fútbol

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Ismael Almazan.- Antonio Salas Martos “Aito”, nació el 5 de octubre de 1955 en Jaén, en su casa familiar situada en la calle Virgen Milagrosa nº 4, del popular barrio jiennense de La Alcantarilla. Era el segundo de cinco hermanos. Estudió en el colegio Santo Tomás de San Felipe hasta 8º de E.G.B.. Era un buen estudiante pero por circunstancias de la vida no pudo continuar sus estudios. Con 14 años se puso a trabajar en el taller de “Chapa y Pintura Viedma”. Allí estuvo hasta que se marchó a la mili. Al regreso del servicio militar formó parte de la  cooperativa de “Chapa y Pintura El Valle” que cerró al año siguiente. Tomó una decisión arriesgada y se quedó con el negocio que pasó a llamarse Taller de chapa y pintura Aito. La apuesta le salió bien hasta hace unos años que se vio obligado a cerrar.

Aito en La Glorieta

Aito se casó a los 23 años con Isabel, la novia que conoció cuando tan solo tenía catorce. Con ella ha tenido cinco hijos, cuatro hembras y un varón. Confiesa que ha sido la base y la fuerza para ser un hombre feliz.

 Aito, se te ve un hombre felíz

Eso seguro, he podido practicar la pasión de mi vida que era jugar al fútbol y después con mi mujer he tenido mucha suerte. Ha sido muy comprensiva y todo lo que te diga de ella es poco. Siempre le agradeceré como ha sido conmigo. Además, gracias a Dios, la salud bien. ¿Qué más puedo pedir?

 ¡Hombre, pues dinero!

El dinero es para gastarlo porque se tienen necesidades y si no las tienes no lo necesitas. Pero dime que es más importante que la salud de uno y de los tuyos. Nada

 Lo de Aito viene de Antonio,¿no?

Sí, mis hermanos  me llamaban Antoñito y de Antoñito a Aito. 1 (5)

 ¿Qué echas de menos de tu época?

Los jugadores de antes éramos amigos dentro del campo y fuera. Ahora no veo eso, quizás estoy mayor. Cuando terminaban los partidos salíamos en pandilla y extendíamos esa amistad y compañerismo del fútbol a la realidad del día a día. Los tiempos cambia y cada uno es de una forma pero reconozco que esa relación que había en mi tiempo ahora creo que no se da. Hay otra manera de llevar esas relaciones.

 Has conocido durante estos años a muchos compañeros y adversarios. ¿Qué queda de todos ellos?

Gracias al fútbol he podido conocer a gente maravillosa en la provincia y en todos los equipos he sido amigo de todos. Jamás he tenido ningún problema con nadie.

Me vienen a la memoria Lelo, Pepe Serrano, Sera, Bernabé, Torralba, Pedro Hortas, Barroso, Juan Pedro Gámiz, Dimas y el gran Nano. Y otros que sin tener especial amistad con ellos me parecieron excelentes jugadores como Sánchez Amezcua, H. Vilches, Cañada, Berna, Machado, Toto, Anquela….

La Glorieta ¿En cuántos equipos has jugado?

Empecé de infantil con Plastilux, alternando con juveniles y senior. Al finalizar ese año, Juan Quesada Martínez presidente de la Pavonic con el entrenador Rafael Marcos Cruz “Marcos” que venían de haber desaparecido con el Jaén Deportivo, nos ficharon a casi todo el equipo para la Pavonic. Jugamos dos ligas, con la Federación en el campo “Sebastián Barajas” y los campeonatos Sindicales en la Salobreja. Algunos días terminábamos un partido y sin cambiarnos nos íbamos a jugar otro. Había equipos muy buenos como Sª Isabel, S. Bartolomé, Puerto Rico, La Glorieta,…Con la Pavoni en la temporada 74/75 conseguimos la Copa Alcalde y como seguía siendo juvenil fui seleccionado por la provincia con Peiró, Barroso, García Navajas,…

Jugando en Baeza una capea de verano se fijaron en mí y en Juan Pedro Gámiz. Nos ficharon y estuvimos una temporada. Por entonces seguía siendo juvenil. Al año siguiente Gámiz fichó por el Torredonjimeno y yo por el Torredelcampo donde estuve dos temporadas. Tanto en Baeza como en Torredelcampo viajaba en taxi y me daban mil pesetas.

Por entonces me quiso fichar el Martos pero cuando le dije que me iba a la mili desestimaron mis servicios. Dos temporadas en La Glorieta, otra en Jamilena y de nuevo la Glorieta donde me retiré del  fútbol. Ese  año desapareció por falta de dinero el fútbol amateur en Jaén.

Después jugué a Futbol Sala con Talleres Aito, que yo patrocinaba, Estévenez  y la Renault. También guardo un grato recuerdo  porque me seleccionaron para jugar contra el R. Vallecano con Machado, Yoyo, Nestor, Nano,…

 Y qué me dices de tus entrenadores.

Empecé en equipos no federados en el barrio de La Glorieta con Gabriel “El Butanero”. Después se sucedieron Nono en Plastilux, Marcos en la Pavoni, Salinas en Baeza, Juan Yumas, Miguel, ANTONIOOLIVER - 11 - con Pipiolo (2)Pipiolo y, Pedro Vico (compañero en la Pavoni) en La Glorierta, Pilaro y Perez Domínguez en Torredelcampo, en Jamilena Néstor y Juan Amaro (media temporada cada uno) y Valderas en la Selección.

Todos eran entrenadores de aquella época con sus defectos y virtudes, pero quiero hacer una mención especial a Juan “Yumas”. Tengo muy buen recuerdo de él. Era un hombre con un trato especial para sus jugadores y físicamente nos trabajaba muy bien. Vivía el fútbol de una manera adelantada a su tiempo y daba la sangre por su equipo.

 ¿Cuáles eran tus características como jugador?

Era un centrocampista organizador, lo hoy se conoce como un 10. Todos los entrenadores pedían que el balón pasara por mí. No tenía mucha velocidad pero sí constante. Aunque metía mis goles, no era goleador pero si los daba. Dentro del área la pasaba. También era el encargado de sacar la estrategia.

 ¿Te han castigado las lesiones?

He tenido mucha suerte. Lo clásico, algún tironcillo, esquinces…Tan solo una vez un compañero, Ortuño, me dio un golpe y me metió dos dientes para dentro. Para jugar en aquellos campos de tierra he salido muy bien parado.

 Es inevitable preguntarte por el fútbol de antes y el de ahora.

Bueno, creo que está todo dicho sobre el tema del material (balones botas equipaciones…), los campos, la alimentación, la velocidad de antes y la de ahora,…..pero te voy a decir una cosa, el que tiene condiciones lo mismo  juega hoy que podía haberlo hecho  antes.

aito 1 Cuéntanos alguna anécdota de las que se puedan contar.

Mi Hermano mayor Pepe, que era árbitro de fútbol, pitaba en los campeonatos sindicales que se jugaban en La Salobreja. Yo cada vez que me pitaba temblaba porque siempre me expulsaba para dar ejemplo. En los veranos, Rafael Marcos hacia su selección de Jaén y jugábamos nuestros torneos por todos los pueblos de la provincia. Cuando terminábamos los encuentros, nos quedábamos en los bailes de las fiestas. Los jugadores entrabamos gratis a las verbenas y al salir cogíamos los tikes y los vendíamos, así sacábamos un dinerillo. Cuando regresábamos en el autobús y veíamos un melonar, nos parábamos y cogíamos alguno.

Siendo de la Pavoni jugué con ficha falsa en el juvenil del R. Jaén. Y el entrenador el primer equipo me pedía que bajase a entrenar con el primer equipo pero mi padre no me dejaba, no era hombre de fútbol. En la calle Maestra y concretamente en el bar La Unión teníamos nuestro propio club, el de la Pavoni, y allí hacíamos nuestros guateques. Salimos casi todos con novia y algunos se casaron con el tiempo.

Estando en el Baeza, las salidas de los equipos cuando jugábamos fuera lo hacían desde el mismo sitio. Yo por entonces era juvenil y el primer día me dispuse a montarme con la expedición del equipo juvenil. Me bajaron y me metieron en el autobús del equipo senior. Tenía ficha juvenil pero jugaría la temporada con los amateurs.

 ¿Y ahora qué?

Yo que me considero un privilegiado del fútbol porque antes he disfrutado de lo que más me gustaba y ahoraaito 2 sigo disfrutando a mi manera con la televisión y lo veo todo. También siempre que puedo voy a ver partidos de equipos de Jaén. También te puedo decir que me encanta la labor de las escuelas de fútbol y de los clubes. Estoy pensando en sacarme la titulación de monitor.

 Un hombre que ha tenido por pasión el fútbol ¿Qué hace ahora a tus 58 años?

Mato el gusanillo y disfruto con los amigos en el Jamarguillo los domingos: “Me gusta todavía  ponerlas”

 ¿Quién ha sido tu ídolo futbolístico?

Por su nervio feo y por su fútbol maravilloso sin duda el malogrado Juan Gómez “ Juanito”.

Antonio Salas Marcos “Aito” ha sido uno de esos deportistas enamorado de su deporte. Se levantaba, comía, trabajaba, se vestía, y todo lo hacía por el fútbol de sus amores. Nunca ha escatimado un solo esfuerzo en su propia mejora y en la de sus equipos. Si hubiese un cielo llamado “Fútbol”, sin duda él sería uno de sus santos. No se le conoce enemigos deportivos, muy bien relacionado con todos los que pertenecen a este mundo y con un ambiente familiar extraordinario. Además, a su edad, muestra interés por formarse como entrenador. Sin duda estamos ante el santo futbolístico “SAN AITO DEL BUEN PASE”.

Aito, que sigas disfrutando durante mucho tiempo de ese maravilloso deporte llamado fútbol, practicándolo y viéndolo en los campos de nuestra ciudad y en TV, como a ti te gusta.