Si bien el Madrid ofreció a los suyos los dos últimos títulos continentales conseguidos, el equipo de Zidane se llevó una edición más del Trofeo Bernabéu en lo que fue una simulación de la primera final de la Copa de Europa, aunque esta vez el rival militase en la segunda división francesa. Tal y como sucediera en 1956, el Stade de Reims abriría el luminoso para que después el Madrid se pusiera 4-3, aunque al final le dio tiempo para el quinto. Otro aspecto en el que no varía el trofeo veraniego es que la cantera acaba asumiendo el absoluto protagonismo, sin poder revertir en la segunda mitad la sensación de lo que al fin y al cabo es: un amistoso. Debutaron el hijo pródigo Morata, que se apuntó un tanto a su tercera oportunidad, y el flamantemente aterrizado Asensio. Bale y Kroos volvieron al once en su puesta a punto para Anoeta.
A pesar de que el Madrid trataría de agradar al público con un juego de rápidos y precisos pases con el fin de llegar a portería cuanto antes, se adelantaría el Stade de Reims en el minuto 8 a través de una contra ejecutada por Chavarría. Nacho pondría las tablas cinco minutos más tarde al cabecear un córner botado por kroos. Danilo, internándose en diagonal, pudo haber anotado por partida doble con la izquierda, pero la primera se fue arriba y en la siguiente paró Carrasco. Transcurriendo el minuto 36, esta vez fue Sergio Ramos con quien conectó el alemán desde la esquina, sumando el 2-1 en el marcador. En el ocaso del primer acto, Morata ejecutaría un gran cabezazo a servicio de Marcelo desde un ‘córner indirecto’.
En la reanudación, tras unos minutos en los que los visitantes acercaron posturas con firma de Oudin, en un despropósito de rebotes en área madridista, y Casilla se luciera en un mano a mano para evitar el empate, llegaría el cuarto tanto merengue mediante un balón habilitado por Danilo para James que el colombiano introdujo con facilidad en la portería. El conjunto francés no se rendía y Kyei pondría el 3-2 con un cabezazo a palo cruzado gracias a un centro desde la derecha. Para cerrar el marcador, no sin antes anularle por clara posición ilegal el gol que posiblemente los amagos y el pase de Enzo Zidane le hicieran el más vistoso de la noche, Mariano aprovechó un balón de Kovacic a espaldas de la defensa para esquivar al portero y sentenciar a portería vacía.
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