Inicio Portada Río 2016: Oro inesperado y plata tras tres años de espera

Río 2016: Oro inesperado y plata tras tres años de espera

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Día 11: Marcus Walz, oro en el K1-1000 y Orlando Ortega, plata en 110mv

Las Guerreras cayeron dolorosamente en 1/4 mientras las chicas del básket accedieron a semis con una canasta inolvidable

marcus cooperSiempre, en cada Juegos Olímpicos, llega un deportista de la delegación española (o varios) que sorprenden a propios y extraños hasta el punto de subir al podio cuando nadie lo esperaba. En Río 2016, se estaba echando de menos esa aparición. En ese sentido, lo que sí se esperaba como agua de mayo en la delegación española era la llegada del piragüismo en aguas tranquilas, una disciplina donde había y hay muchas esperanzas depositadas. En su serie y semifinal del k1-1000, Marcus Cooper Walz,21 años y en estos Juegos por reasignación, solventó la papeleta con una buena estrategia táctica, sobre todo en base a su excelente sprint final propio de su mayor dominio de la distancia de 500 metros, más explosiva. En la final, sin la presión de otros candidatos más mediáticos estos días, Marcus jugó bien sus bazas. Salió bien, se mantuvo los primeros 250 metros en posiciones de cabeza, pero perdió algo de fuelle en el tramo del ecuador de la prueba. Al paso por los 750 metros, iba sexto. Entonces arrancó una remontada de oro. Palada a palada fue acercándose a la zona de medallas, rebasó a todos sus rivales y consiguió el oro inesperado. De madra británica y padre alemán, afincado en Mallorca desde los tres meses, dentro de un kayak desde lo 12 años y uno de los becados por el programa Pódium, se cuelga un metal dorado que nunca olvidará, ni él, ni el deporte español. Por su parte, Teresa Portela en su quintos Juegos consiguió un nuevo diploma en el k1-200 femenino. La gallega, que fue cuarta en Londres, no pudo resarcirse de ese regusto en Río donde fue sexta en una final dominada por la neocelandesa Carrington.

orlando ortegaY si el oro inesperado fue de Marcus, la plata de Orlando Ortega puede catalogarse como la medalla de la espera. Sexto en Londres defendiendo los colores de Cuba, decidió desertar de su país e instalarse en España hace ahora unos tres años. Justo el tiempo necesario para poder vestir los colores de otra selección en una competición internacional. Hubo dudas sobre su presencia en Río pero finalmente el papeleo no fue un impedimento. El hispano – cubano, refugiado en el equipo CAVA de Ontiyent, preparó está cita a conciencia. Seguramente durante estos tres años imaginó la carrera perfecta. El paso por cada valla. Para eso, necesitaba no fallar. En las series cumplió. En las semis, en las que cayó el otro representante español, Yidiel Contreras, aún más. Luego reconoció a la prensa haber pasado miedo en esa ronda. Pero avanzó y en la final, sin esa presión, salió a disfrutar. Y vaya sí lo hizo. Solo el jamaicano McLeod, que salió mejor, le pudo superar. Mientras, Orlando Ortega, con 13.17, firmó una plata esperada y necesaria, para él y el atletismo patrio. 

14713713304143Y en el tartán también se vivieron dos grandes momentos de los Juegos Olímpicos para el atletismo español, medallas aparte. En las series del 200 metros lisos, Bruno Hortelano, vigente campeón de Europa, rompió su reciente récord de España (20.18) con una marca de 20.12 que le sirvió para incluso ganar su serie por delante del jamaicano Yohan Blake. Estará en semis donde amenaza con ser el primer velocista nacional en  bajar de 20 segundos. De igual forma, Sergio Fernández, se erigió en protagonista en las semifinales del 400 metros vallas. El navarro pulverizó el récord nacional más antiguo que seguía vigente, desde 1987 que ostentaba Valero en 49.oo. Firmó 48.87, siendo el primer español en bajar de 49 segundo. No le valió para estar en la gran final pero es un excelente muestra de su proyección. No les fue tan bien a las saltadoras de longitud, Concha Montaner, Itoye y Marieta Jover que se quedaron en la calificación de su prueba, al igual que Mechaal en los 1.500. En esa disciplina, Bustos sí pasó a las semifinales. 

En los cuartos de final de varios deportes de equipo, la mejor noticia para España vino de la mano del baloncesto femenino. Las chicas de Lucas Mondelo sufrieron lo indecible ante Turquía. Durante buena parte del encuentro fueron a remolque. Tanto que a falta de tres minutos la desventaja era de ocho puntos. El entrenador de la selección pidió un tiempo, serenó a las suyas y a las turcas les pudo la presión. Lideradas por Anna Cruz que cogió la responsabilidad en esos instantes calientes fueron mermando esa renta turca hasta que a falta de una posesión España estaba ya dos arriba (62-60) y con posesión. Sin embargo, los nervios también afectaron a las españolas. Alba Torrens, excelsa en estos Juegos, no decidió bien y perdió el balón que aprovecharon las turcas para empatar a falta de 4.7 segundos. Tiempo suficiente para que Anna Cruz atravesara la pista y con un salto desequilibrado anotase una canasta que ha entrado en el olimpo de basket femenino español. Un triunfo que las lleva por primera vez a unas semifinales olímpicas. 

La otra cara para España fue el KO del balonmano femenino y del waterpolo masculino. Especialmente dolorosa la caída de las Guerreras. En la primera parte, las jugadoras de Roberto Dueñas cuajaron treinta minutos de ensueño. Una defensa férrea y una inspiradísima Silvia Navarro dejaron un más que ilusionante 12 – 5 al descanso. Pero, en la segunda parte, todo cambió. España acusó un poco el bajón físico y, sobre todo, las numerosas exclusiones sufridas. En ataque, solo Nerea Pena (12 goles) estuvo atinada y las francesas recortaron la diferencia hasta llevar el partido a la prórroga. En el tiempo extra, las galas fueron superiores y España se estrelló con el poste en el último lanzamiento de Nerea Pena. No podrán defender el bronce de Londres pero aún así emocionaron a todos con un partido que se escapó. En cuanto a los chicos del waterpolo, España, primera de grupos se cruzó con la gran favorita, Serbia, campeona de todo y que en Río aún no había mostrado su verdadero nivel. Los serbios eligieron el choque de cuartos, el clave, para por fin aparecer en estos Juegos y, pese a la lucha española, acabaron llevando el acceso a semis (10-7). El equipo de saltos, por su parte, compitió bien pero no pudo meterse en la final de los ocho mejores. Fueron undécimos. Moya (Carlo), con otro cero en su segundo recorrido, fueron el mejor binomio español. Junto a Fernández Saro (Watch U), seguirán en liza en la competición individual. Pilar Cordón y Alvarez Aznar, éste con dos rehuses, quedaron fuera de esa criba de 35 mejores. Y el dúo de la sincro, de Ona Carbonell y Gemma Mengual, quintas. La favoritísima, Rusia con un total de 194.9910 puntos, se llevo el oro. China fue plata y Japón se adjudicó el bronce por delante de Ucrania, dirigida por Anna Tarrés, y de las españolas que finalizaron a lejos del podio con 186.6357.

13938631_1089078554472887_1778895881990222032_n (2)En el bádminton femenino, otro hito histórico. Carolina Marín, favorita al oro, no falló. En su cuarto de final, superó con rotundidad (21-13, 21-16) a la número 7 del mundo, la coreana Sung, que nada pudo hacer ante el dominio de la onubense. Carolina Marín se mostró con hambre y sacó de la pista a su rival en buena parte de los dos sets. En semis, tendrán enfrente a la vigente campeona olímpica, a la china  Li Xuerui. Las espadas en todo lo alto. Como en alto están las espadas en el 49er FX donde tras las doce regatas, las españolas Tamara Echegoyen y Berta Betanzos partirán en la primera posición en la decisiva Medal Race. La embarcación española firmó un décimo, quinto y primer puesto en las tres regatas de ayer y de momento están en los más alto pero empatadas con 40 puntos con Brasil y Dinamarca y con Nueva Zelanda, a solo un punto. Cuatro países para tres metales. En categoría masculina, Botín – López, consiguieron entrar en la Medal Race, y buscarán un diploma olímpico que tienen a cinco puntos. Algo que ya no podrán lograr las duplas nacional del 470, Xammar/Herp y Cornudella-López, que acabaron ambas en duodécima posición.