Inicio Real Madrid Recital ofensivo blanco bajo la batuta de Modric

Recital ofensivo blanco bajo la batuta de Modric

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Un vendaval de goles fue el mejor remedio para que el espectador no sufriese tanto las consecuencias de las altas temperaturas en la capital de España. Un Real Madrid a medio gas derrotó 5-2 a un digno Osasuna. Cristiano Ronaldo, Danilo, Sergio Ramos, Pepe y Modric anotaron por parte local, mientras que Oriol Riera y David García recortaron la enorme ventaja.

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Trescientos treinta segundos necesitó Cristiano Ronaldo para hacer su primer gol en la Liga. El máximo favorito al próximo Balón de Oro debutó en el curso futbolístico convirtiendo su primer balón tocado en gol. El luso solo tuvo que empujar un gran pase de Gareth Bale, que viene de triunfar con Gales en la fase de clasificación, demostrando la gran forma que atraviesa.

Esto fue lo único remarcable del equipo local en la primera media hora. El honesto Enrique Martín pidió a sus jugadores que mantuvieran la pelota, que no se arrugasen pese a las más de 70.000 almas blancas que depositaban sus ojos sobre ellos. Y demostró ser un equipo valiente. Kenan Kodro, hijo del mítico delantero bosnio del Tenerife o Barcelona Meho Kodro, se movía bastante bien, y se asociaba con De Las Cuevas. Suplían el déficit de calidad con una dosis extra de esfuerzo y buen hacer. No les valió para hacer un gol, pero sí para desarbolar un poco a la defensa blanca.

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La ocasión más clara de los rojillos fue un testarazo de Unai García que envió al larguero. El central de Osasuna demuestra que su testa es poderosa, pues si la jornada pasada marcaba un gol de cabeza desde fuera del área, eso sí, en propia puerta, esta jornada enviaba un cabezazo al larguero del Bernabeu. Dos acciones que no se ven todos los días.

Este avisó encendió las alarmas de los chicos de Zidane. Tan solo dos minutos después, Ronaldo picó un balón para la frente de Morata, que no consiguió rematar, llegando el esférico al atlético Danilo, que empaló de forma rasa el 2-0. Es un acierto hacer jugar al lateral brasileño contra rivales de nivel inferior, pues así toma la confianza que le faltó la campaña pasada fruto de varias nefastas actuaciones (como en Wolfburgo). Eso sí, su papel defensivo volvió a dejar mucho que desear. Opinión distinta merece Nacho. El canterano, que suplió al cansado Marcelo, cuajó un gran encuentro tanto en defensa como en sus diversas inmersiones en ataque. Sin duda, un jugador de garantía para Zinedine Zidane.

El descanso llegó con el balón dentro de la red. Justo en el minuto 45, Sergio Ramos, tras un excelente córner botado por Kross, puso el 3-0, cómo no, de cabeza. El de Camas volvió a mostrar su poderío por alto. Aunque algo despistado en algunos tramos en defensa, el buen hacer del central se torna decisivo de cara a una temporada exitoso del Real Madrid.

Si la primera contienda acabó con un testarazo de Ramos, la segunda empezó con otro de su compañero en la zaga. Pepe, con la inestimable ayuda del cancerbero Nauzet, introdujo con la testa el 4-0 en el luminoso. Gran día del Real Madrid en ataque, sobre todo en el juego aéreo. La guinda la pondría Modric a media hora del final, con un bonito tanto desde fuera del área.

Con la manita, Zidane dio descanso a Cristiano Ronaldo primero, y después a Bale. E hizo debutar a Benzemá, que demostró que su olfato sigue tan en forma como siempre. En poco más de veinte minutos en el terreno de juego, el galo mandó dos disparos al travesaño y generó buenas ocasiones de peligro. Un rato muy correcto del para muchos mejor atacante del planeta. No fue, por contra, el mejor día de Álvaro Morata en la oficina. En muchos tramos del encuentro, se volvió a ver a ese jugador que corre sin ton ni son por el césped. El madrileño va a ser el delantero suplente de Benzemá, y no es nada bueno para su confianza que no anote en un partido en el que tantas ocasiones se generaron y en el que el rival jugó con defensa tan adelantada en algunos tramos.

El cronómetro corría y el Osasuna, en un ejemplo de valentía, se lanzó al ataque. Y tuvo su recompensa. Oriol Riera, cuando no llevaba ni un minuto en el terreno de juego, mandó un cabezazo precioso al fondo de la portería de Casilla. Varios minutos después, con el mismo modus operandi, el central David García hacía el 5-2. Este segundo tanto, aún, de más bella factura.

Y entre ambos tantos visitantes, a Casilla le dio tiempo a lucirse y parar un penalti. Roberto Torres lo lanzó mal, flojo y abajo, sin dificultades para el exguardameta del Espanyol. Es el segundo penalti seguido en contra del Real Madrid que no se traduce en gol. El anterior fue el que fallase Griezmann en la final de la Champions.

Pocas conclusiones se pueden sacar de un partido así. Zidane dio minutos a jugadores menos habituales y, aún así, el equipo local se permitió aminorar las marchas. La buena noticia es que el olfato goleador sigue siendo tremendo, y que Ronaldo y Benzemá ya están listos para la batalla. Osasuna, pese a sus buenos métodos y su valentía, va a tener que pelear mucho si quiere salvar la categoría en su vuelta a la élite tras dos años en el infierno.