El Atlético de Madrid ha conseguido una gran victoria por un gol a cero gracias a un tanto de Carrasco en la primera parte. El resultado es engañoso, ya que los colchoneros pudieron golear al Bayern, uno de los siempre favoritos al título continental.
Fue un partidazo, no como los Atleti-Bayern del año pasado porque recordemos que esos decidían a uno de los finalistas, pero sí que fue un partido muy agradable al espectador y de los que hacen afición. El Bayern salió mucho más timorato de lo que acostumbra a sabiendas de lo que le esperaba en el Calderón. Se atisbaba respeto este año en las caras de los bávaros sabedores de que los rojiblancos les tienen la medida cogida y no se les veía con un juego tan alegre y con tanta seguridad como se les ve en la Bundesliga.
El Atleti controló el partido de principio a fin, con el balón y sin él y si no hubiese sido porque el «Niño» que no tuvo su noche, se hubiesen marchado de Madrid con una bochornosa goleada. El Atleti estuvo muy bien desde el inicio y ya en el minuto 11 tuvo una buena oportunidad de ponerse por encima en el marcador. Torres interceptó un mal pase de la defensa en el borde del área y se buscó hueco para disparar, cuando tenía disparo quiso adornarse y recortar con su derecha para sentar al defensa y éste se la rebañó.
El Bayern estuvo por debajo en juego pero no deja de ser el Bayern, así que dos minutos después puso la réplica en un pase vertical de cuchara de Renato que empaló Müller ( que Grandísimo delantero), el gol lo negó Oblak haciendo un paradón sacando una mano abajo. El Atleti no se achantó y volvía a la carga con Carrasco que estuvo muy bien toda la noche por la izquierda y por la derecha. Su disparo lo repelió Neuer haciendo otro alarde de reflejos. El Atleti proponía bien cuando tenía el balón, se asociaban bien los Koke y Saúl, Griezmann estaba en todos sitios ordenando, sacando el balón, metiendo pases al hueco, defendiendo. Otra ocasión colchonera puso el UY! en la grada. Corner que bota Koke y que tras peinarla un defensa le llega a Torres que estaba solo en el segundo palo, El «Niño» remató al palo. Todavía dispuso de otra buena el de Fuenlabrada para marcar en un buen control orientado pero le pego al lateral de la red después de haber resbalado.
El gol llegó en el 34: Carrasco tras una buena asistencia de Griezmann le pegó cruzada lejos de la estirada de Neuer desde fuera del área y el balón ésta vez si besó las redes.
Ribery era el hombre que más lo intentaba por parte del Bayern, fue un quebradero de cabeza para Filipe toda la noche. El Atleti se sentía a gusto con la pelota en los pies y los alemanes resultaron un tanto «violentos» parando el juego de los colchoneros con constantes faltas en el centro del campo.
En la segunda parte la tónica del juego resultaba ser la misma lo que provocaba un arqueo de cejas conocido en Ancellotti, era Müller en sus remates en corners y estorbando el que ponía el acento de peligro en los bávaros al inicio de la segunda parte aunque sin inquietar a los rojiblancos. El Atleti estuvo más comedido en ataque en la segunda mitad aunque también dispuso de ocasiones como una en el 66 donde Carrasco volvió a probar a Neuer desde fuera del área. El Cholo quería dar un día grande a la afición que tanto le ama y perseguía dar una victoria de prestigio. Todos los cambios fueron ofensivos. Gameiro entró por Carrasco y en su entrada en el 74 también hizo una buena jugada con Torres que no supieron finalizar.
El fútbol te penaliza si perdonas, no es un juego «a los puntos» y el Bayern apretó al final espoleado por lo ajustado del resultado y por su historia. Ribery tuvo mucho que ver disparando desde lejos e incordiando a la zaga colchonera en cuanto le caía el balón. Entonces el Atleti ya estaba a la contra como más le gusta. y en una de éstas Vidal hizo el penalty más tonto en lo que va de año a Filipe arrollándolo en el 82. Griezmann recordó viejos fantasmas y estrelló el penalty en el larguero. Pero bueno, lo de sufrir en el Calderón pues viene de serie y ni siquiera la decisión exagerada del colegiado de conceder 5 minutos y medio de tiempo extra pudo borrar la sonrisa esta vez de los aficionados colchoneros.
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