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Linarejos juzgará las palabras de Rivera

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El importante encuentro que el Linares Deportivo disputará ante el FC Jumilla, estará marcado por las incendiarias declaraciones del técnico azulillo el pasado lunes.

 

Que Miguel Rivera era recordado en Linarejos como el técnico del ascenso en Huelva es una realidad. Pero también lo es que, cuando abandone el banquillo azulillo en esta su tercera etapa (algo que podría verse precipitado por su actitud y dinámica negativa), será recordado como el técnico que brilló más delante de los micrófonos que por sus planteamientos tácticos.

Y es que el técnico malagueño del Linares Deportivo, a pesar de ser repetitivo, siempre tiene una perla para animar sus comparecencias públicas. El pasado lunes aseguró en los micrófonos de Canal Sur que él no había solicitado refuerzos para el recientemente cerrado mercado invernal. Unas palabras que vienen a contradecir sus declaraciones tras el partido frente al Sanluqueño en el que aseguró que miraba al banquillo y no encontraba soluciones, haciendo clara alusión a su disconformidad con la calidad de la plantilla a pesar de la tremenda humildad de la misma.

Pero el entrenador azulillo se contradijo en esa misma comparecencia al asegurar que no se le habían traído los futbolistas que él había pedido y que los que habían llegado «solo tenían nombre». Entonces ¿Pidió o no pidió refuerzos? ¿Qué pensarán las nuevas incorporaciones ante tal falta de respeto?

La afición azulilla empieza a estar cansada y aburrida de que el técnico brille más en los medios de prensa que en el banquillo, por lo que el ambiente se espera caldeado, algo que, sin duda, beneficia a la plantilla, con quien el respetable está a muerte. Y es que la afición de Linarejos no es necia y sabe que tiene que arropar a sus jugadores. Las declaraciones del técnico restándole méritos a sus jugadores asegurando que «el equipo está clasificado muy por encima del nivel de la plantilla» es algo que en la plantilla suponemos, no debe haber caído muy bien. Por ese mismo motivo, la afición linarense está dispuesta a jugar este partido animando a un vestuario atacado por su propio entrenador una y otra vez. Él que siempre pide respeto por los chavales.

Mientras tanto, la Junta Directiva observa la situación. El técnico no ha rectificado sus declaraciones y no ha pedido disculpas, por lo que un mal resultado podría costarle el puesto a pesar de que la entidad no desea alterar a la plantilla a estas alturas de temporada. Pero lo cierto es que el trabajo de los directivos en general y del Presidente en particular, no puede verse pisoteado y ninguneado por ningún trabajador del Club se llame como se llame y ocupe el puesto que ocupe. Un mal resultado, como decimos, puede provocar que la paciente Junta Directiva diga «basta».

En lo deportivo ya sabemos que a pesar de las numerosas bajas, los azulillos jugarán con 12. Rivera verá el encuentro en la grada al tener que cumplir sanción por acumulación de amonestaciones y tendrá que mezclarse entre esos aficionados a los que tantas veces ha pedido que conozcan su «verdadera realidad». El público empujará a un equipo que no podrá contar con Juanfran, Higinio, Rosales y Gonzalo, y donde Ismael Gallar, Corpas y Rodri son duda. La defensa será de circunstancias, pero no podrá servir como excusa en caso de cosechar un mal resultado. Si después de ver a Álvaro Vega de pivote (en una posición que no es la suya habitual) se justificase un resultado adverso por tener que poner a jugadores del centro del campo en la defensa, sería para escribir el guión de una película de risa; o quizá de terror.

Estaremos atentos al encuentro, pero más aún a la rueda de prensa post-partido. Pase lo que pase, Miguel Rivera no defraudará y este humilde redactor estará allí para contarlo. Porque si, la información puede gustar o no, pero no deja de ser un derecho democrático…