Nueva derrota del Linares Deportivo, esta vez frente al C.D. El Ejido (1-0). La promoción de descenso amenaza a los azulillos.
Equipo sin alma y sin actitud. Ese es el Linares Deportivo. Este domingo en El Ejido, nueva derrota. No hablaremos de ridículo porque sería excesivamente duro, pero lo cierto es que algunos futbolistas defraudan y mucho en las últimas jornadas. Lasarte debe ver eso y tener mano dura. Se llamen como se llamen y hayan hecho lo que hayan hecho. Un deportista no puede vivir de las rentas del día anterior. Cada día debe dar el máximo, y en este equipo, algunos no dan ni el mínimo. Si Lasarte no gestiona esto, el problema es mayúsculo.
La zona de play out está a tan solo tres puntos. El descenso a seis. La semana que viene, el sábado, será el colista quien visite Linarejos, aunque con esta actitud, al Linares hoy en día le gana cualquiera.
Sobre el partido del domingo, a la pregunta ¿A qué juega este Linares?, Lasarte contestó que «no a lo que debería». Se ve que no está nada satisfecho con la respuesta de sus hombres. En el banquillo se le vio hablando continuamente con Óscar, quien también salió a dar instrucciones, pero ninguno de los dos lograron reconducir la penosa imagen del equipo.
Hablemos del encuentro. El partido iba a empezar muy mal. A los 6 minutos, un balón inofensivo se le escapaba a Cristian y se marchaba a córner. Ya sabemos que los azulillos, a balón parado, son una ONG. El córner, como es habitual, se defendió de forma horrorosa, pero también hay que decir que Narváez se ayudó de la mano para llevarse el esférico y hacer el tanto.
Lo intentaba tímidamente el Linares por medio de Casi, de cabeza, pero el remate no resultaba exitoso. Hay muy poco que resaltar del ataque azulillo. Gámiz, que partía por detrás del delantero, se obsesionaba con bajar a recibir la pelota muy atrás, pero viendo la poca creación que ofrecía el medio campo azulillo, es de entender su actitud. Tampoco ofrecían nada los locales, aunque en una contra, pudieron hacer el segundo de no ser por la intervención de un Cristian que rechazó con la rodilla y con algo de fortuna.
En el descanso, Lasarte sentaba al amonestado Gámiz y daba entrada a Mario Martos. No le vamos a pedir sacrificio al media punta, pero hay que reconocer que aportó algo al ataque azulillo. Corpas tuvo la igualada en una contra, pero el bote del balón frenó la progresión del mismo y el bañusco se pasó de frenada. Acabó atrapando el meta ejidense. También lo intentó Chus Hevia con un disparo desde el lateral del área pequeña, pero la pelota se estrelló en la red por la parte exterior. Incluso Joselu lo intentó con un disparo desde fuera del área y con el que a punto estuvo de sorprender.
Lasarte movía el banco y daba entrada a Rueda y a Luis Lara. Sentaba a Cuerva y Rodri, los dos medios centros. Casi acompañaba a Hevia en la punta del ataque. Lo cierto es que no cambió mucho el juego del equipo. El problema no era de aptitud, sino de actitud. Todas las disputas las ganaban los jugadores del conjunto celeste. Las segundas jugadas también eran todas para ellos. Lo de la actitud no lo digo yo, lo dicen las imágenes que podréis ver en televisión.
La última ocasión del partido fue para Corpas. La tuvo de cabeza, pero su remate fue directamente a las manos del meta local, que atajó sin despeinarse. Poco o nada más iba a pasar. Leídas estas líneas, pueden pensar que los azulillos tuvieron ocasiones para empatar. Lo cierto es que si, pero que los azulillos tuvieran esas tímidas ocasiones y dominaran la posesión, fue más, con todos mis respetos, demérito del CD El Ejido que mérito del Linares Deportivo. Al final del encuentro, derrota azulilla que preocupa y mucho (1-0)
Lo que está claro es que este vestuario vive sus peores momentos. Quizá haya que darle la razón al anterior entrenador cuando decía que la plantilla solo tenía nombres. Y no es que la plantilla solo tenga nombres, pero quizá haya que menospreciar a estos jugadores en la sala de prensa para que saquen el orgullo y el coraje (por decirlo educadamente). Aunque esto, tampoco le funcionaba al anterior entrenador en las últimas jornadas. No quiero pensar que el vestuario esté roto y que el pasar de unos métodos excesivamente rígidos a otros más flexibles sea un problema.
Imagen: Linares Deportivo