Inicio 1ª División Gregorio Manzano: «No descarto volver al fútbol chino en un futuro inmediato»

Gregorio Manzano: «No descarto volver al fútbol chino en un futuro inmediato»

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Hablar de entrenadores en la provincia de Jaén es sinónimo de hablar de Gregorio Manzano (Bailén, 1956). Un hombre de fútbol que ha tocado el albero de la provincia y dibujado una trayectoria ascendente durante más de tres décadas hasta alcanzar primero la élite nacional en Primera División (14 temporadas y más de 400 partidos con el título de la Copa del Rey 2003) y, después, el renombre internacional en la Superliga china. Por esa trayectoria sobresaliente, Gregorio Manzano recibe esta noche uno de los Premios Nacionales Palabra de Fútbol 2017, y en esta entrevista analiza su experiencia en territorio chino, su extensa carrera desde el fútbol más amateur de la provincia hasta el profesionalismo y deja una puerta abierta a volver muy pronto con un nuevo proyecto en el fútbol asiático.

Palabra de Fútbol: – ¿Qué balance haces de la experiencia de tres años intensos en China en dos equipos importantes como el Beijing Guoan y el Shanghái Shenhua?

Gregorio Manzano: – Ha sido una experiencia inolvidable y enriquecedora. Cuando viajé a China, no imaginaba que, después de tres años, íbamos a tener tantísimos buenos recuerdos de todo lo que hemos vivido allí, no solamente en el aspecto profesional sino también en el personal. Como siempre he dicho ha sido una experiencia que me ha servido para conocer otra cultura y otro fútbol.

PdF: – ¿Qué ha sido por un lado lo más difícil y por otro lo más gratificante de esta aventura?

Gregorio Manzano: – Lo más difícil es el idioma. Es el primer obstáculo que te encuentras al llegar allí ya que en el fútbol la principal vía de entendimiento entre el técnico y el jugador es la comunicación. Esa situación, aunque siempre está mediatizada por un traductor, hay connotaciones e intenciones que se transmiten que quizás en la traducción se pierden muchas cosas.

Lo más gratificante, sin embargo, ha sido la consecución de que los dos equipos entendieran mi forma de ver el fútbol. En China, la idea predominante de fútbol cuando yo llegué era muy poco moderna. Un fútbol muy defensivo, buscando el pelotazo a los futbolistas extranjeros que suelen jugar en ataque. Tuvimos que insistir en el cambio a un modelo más europeo y español, más combinativo, de control de balón y conceptos de asociación. Captaron el mensaje gracias al trabajo y conseguimos objetivos que nunca habían logrado estos equipos en su historia. Además, tanto en el primer año, ese premio individual como en el tercer año también nominado entre los 3 mejores entrenadores de la liga fueron producto del trabajo que realizaron los futbolistas.

PdF: – ¿Te ha quedado la espina de no haber puesto el broche a tu etapa en China siendo seleccionador nacional tras esa oferta que no fructificó?

Gregorio Manzano: – Rechacé esa propuesta porque entendía, por mi experiencia en la Superliga, que las urgencias de llegar lo más rápido posible a un objetivo no era el camino a seguir en una selección que desgraciadamente no ha participado en grandes eventos internacionales. Cuando hablaron conmigo ya se había disputado la mitad de la clasificación, eran colistas con un punto y vinieron a ofrecerme que tenían que ganar los cinco partidos restantes. Me parecía muy difícil, no imposible, pero en mi opinión, lo ideal era preparar, sin renunciar a nada, la próxima Copa de Asia, que se celebra en enero de 2019, por lo que les pedí de contrato hasta esa fecha. Ellos, sin embargo,  solo me ofrecieron esos cinco partidos y decliné la oferta. Hubiera sido un bonito broche a estos tres años en China. Pero si en un futuro tiene que volver a llegar la oferta, llegará.

PdF: -¿Sigues pendiente de la actualidad de la Superliga china? ¿Dejas la puerta abierta a volver a nivel de clubes?

Gregorio Manzano: – La competición china lleva con este fin de semana 6 partidos y ya he recibido cuatro ofertas de equipos de Primera y Segunda división de China. Los clubes no se olvidan del trabajo realizado allí. Sin ir más lejos, hace apenas unos días, tuve una reunión en Madrid con un club aunque finalmente no hemos llegado a un acuerdo. Es cierto que cuando volví, me apetecía descansar y a analizar posibles expectativas del fútbol español, pero el fútbol chino no deja de acordarse de mí y no descarto en un futuro inmediato volver a embarcarnos en algún proyecto ilusionante en China.

PdF: – El fútbol chino ha ido evolucionando mucho en estos tres últimos años. Ahora vive un boom económico, atrae a figuras del mercado e incluso el fútbol se ha establecido en las escuelas como asignatura.  ¿Has notado esa evolución del balompié dentro de la competición y de la sociedad en general?

Gregorio Manzano: – Ha habido una gran progresión. En 2014, había un equipo muy poderoso, el Guanzhou Evergrande, que lleva seis títulos consecutivos de liga. Sin embargo, la temporada anterior a mi llegada a Beijing, la distancia entre ambos equipos fue de 27 puntos. En nuestra primera temporada, se redujo a solo tres puntos y nos jugamos la liga en el último partido. Las campañas siguientes, aun habiendo ganado de nuevo el Evergrande merced a esa superioridad no solo en China sino en toda Asia, puesto que han sido dos veces campeones de la Champions League asiática en los últimos 3 años, los demás clubes han ido creciendo y se ha acortado esa distancia. Eso ha sido posible gracias a la inyección económica que permite a día de hoy que siete u ocho equipos de la Superliga se hayan reforzado para competir en igualdad de condiciones y hacer la competición mucho más fuerte.

PdF: –  Mirando con retrospectiva tu carrera, que cuenta con más de 600 partidos como profesional, más de 400 en Primera División, la Copa del Rey de 2003… ¿cómo valoras esa larga trayectoria?

Gregorio Manzano: – Desde que comencé en el año 1983 en el Santisteban, he reflexionado  en torno a los cambios que ha sufrido el fútbol. El fundamento es el mismo: se juega once contra once, pero lógicamente ha cambiado la estructura, las instalaciones, la salud, la higiene, la condición física, la preparación de los jugadores, el nivel de arbitraje, la introducción de nuevas tecnologías…etc. Esta evolución continuará. En ese sentido, soy un privilegiado por haberlo vivido en primera persona y doy gracias a todos los que me han dado la oportunidad de haber estado en tantísimos equipos desde muy abajo hasta muy arriba y no solamente a nivel nacional sino también internacional.

PdF: – Como nos cuentas, hace más de tres décadas iniciaste tu carrera en el fútbol modesto de la provincia de Jaén. ¿Qué queda del Gregorio Manzano de los orígenes en Santisteban del Puerto, en el Iliturgi, en el CD Villanueva del Arzobispo, en el CD Villacarrillo…?

Gregorio Manzano: – Esos equipos fueron la base de mi futura trayectoria como entrenador. Fueron mis momentos de formación. Sin ellos, no hubiera existido posteriormente el Gregorio Manzano consolidado como entrenador. En esas categorías, empiezas no solamente a disfrutar del fútbol, sino lo más importante para mí, empiezas a conocer al futbolista como persona. Yo tuve que empezar desde abajo a adquirir esa experiencia, paso a paso y equipo a equipo y a través del éxito conseguido anteriormente obtenía ofertas de equipos de superior categoría hasta que llegué al Real Valladolid en Primera División. Esa experiencia previa hizo que cuando llegué a ese  vestuario, donde tenía enfrente a jugadores del nivel de Caminero, Eusebio, Vizcaíno, César o Víctor, esos futbolistas confiaran en un entrenador que no había sido jugador pero que se había labrado un respeto a base de cumplir los objetivos en sus anteriores clubes.

Ese respeto ganado tuve que refrendarlo para asentarme y estar durante 14 temporadas seguidas en Primera División. Eso no hubiera sido posible sin tantos partidos en esas categorías en la provincia de Jaén.

PdF: -¿Cómo se vivía ese fútbol amateur?

Gregorio Manzano: – Se vivía con una gran pasión. Entonces no existían los medios para ver partidos a tantísimas horas y tantos días en televisión. El fútbol era el momento cumbre para el pueblo. Recuerdo campos muy llenos en Regional y en Tercera. Por ejemplo, en la liguilla de ascenso a Tercera en Villanueva del Arzobispo, prácticamente estaba todo el pueblo en el campo. Hoy en día, hay fútbol a la carta en televisión y la gente es mucho más reacia a acudir a los estadios.

PdF: -¿Cómo se acerca la figura del entrenador a esa futbolista estrella para ponerle los pies en la tierra?

Gregorio Manzano: – Un entrenador, aparte de los conocimientos futbolísticos de táctica, técnica y preparación física que se enseñan en los cursos de entrenadores, tiene una asignatura que no se imparte, que es la relación humana. El entrenador debe entender que recibe en el vestuario a 25 personas. Dentro de un orden establecido, cada uno es distinto, con sus virtudes y sus defectos, con sus problemas y sus aspiraciones. A veces el entrenador debe ser ese pequeño psicólogo, que debe detectar qué jugador necesita un poco más de cariño o de motivación. La clave es tener mano izquierda para manejar situaciones en las que no siempre se acierta. El entrenador tiene que ser una solución para que el jugador se encuentre lo más cómodo posible en su trabajo y saque su máximo rendimiento.

PdF: -Tras pasar por equipos como el RCD Mallorca (entre etapas), el Atlético de Madrid (en dos), el Sevilla FC o el Rayo Vallecano, entre muchos otros, ¿qué momentos de felicidad te vienen a la mente?

Gregorio Manzano: – Por elegir tres momentos significativos, el debut y mi primera victoria en Primera División que fue en San Mamés (0-1) ante el Athletic de Bilbao, otro momento imborrable e importante fue cuando ganamos la Copa del Rey con el RCD Mallorca ante el Recreativo de Huelva porque no todos los entrenadores pueden ganar un título y otro momento especial fue mi primera victoria fuera de España en competición europea, con el Sevilla en Dortmund en la Copa de la UEFA por 0 – 1.

A su vez, también lo es haber ganado en todos los principales campos de España, como el Santiago Bernabéu, Camp Nou, Vicente Calderón, Mestalla, San Mamés o Sánchez Pizjuán y estar entre los 12 o 13 entrenadores con más partidos en la historia de la liga española. Son números que demuestran que tanto sacrificio y trabajo basado en nuestro provincia ha merecido la pena.

PdF: -¿Cómo es tu día a día ahora que después de mucho tiempo dentro de la actividad frenética de los entrenamientos y los partidos, estás a la espera de encontrar un nuevo banquillo?

Gregorio Manzano: – Muy tranquilo. Tengo más tiempo para disfrutar de la lectura, del cine o de pasear. Es una vida normal pero en la que sigo viendo, observando, analizando y, sobre todo, disfrutando de mi trabajo. En concreto, sin dejar de mirar el fútbol español y europeo y, ahora también el fútbol chino.

PdF: -¿Nos queda Gregorio Manzano para rato? ¿Sigue esa pasión intrínseca al entrenador dentro de ti?

Gregorio Manzano: – Sí, hay ilusión, hay metas y hay sueños por conseguir. Mientras haya fuerzas y me llene profesionalmente, seguiremos  disfrutando de este deporte unos años más. A ver el futuro y la maleta por donde nos llevan.

PdF: – Como referente para los entrenadores de Jaén, ¿qué consejo les darías para animarles a seguir peleando por sus sueños?

Gregorio Manzano: – Cuando se recorre un camino de tantos kilómetros, siempre hay que dar un primer paso. Les digo que piensen que hubo una persona y en concreto de la provincia que empezó así. Con trabajo, sacrificio partido tras partido, todo se puede conseguir. Como ocurre con Anquela en el Huesca, seguro que próximamente más entrenadores jiennenses lo consiguen ya que tenemos buenos entrenadores y seguro que puede exportarlos no solamente a la provincia sino al resto de España.

PdF: -¿Qué supone  para ti recibir este premio a tu trayectoria por parte de Palabra de Fútbol?

Gregorio Manzano: – Es una gran satisfacción recibir un premio de este nivel y viniendo de quien viene. Cuando yo comencé en Santisteban, Antonio Oliver, director de Palabra de Fútbol, trabajaba ya en la Cadena Ser Jaén y manteníamos semanalmente entrevistas sobre los partidos de aquella época. Con el tiempo, nos hemos encontrado muchas veces y es una alegría que su medio se haya acordado de mí. Además, es un enorme orgullo el poderlo compartirlo con todos los premiados, reencontrarme con gente a la que no puedo saludar habitualmente y estar de nuevo en una ciudad entrañable y amiga como es Linares.