Linares CF (1949)
«Papá, ¡¡Yo quiero ir a Burgos!! Quiero estar en El Plantío, con mi camiseta del Linares, con mi bufanda y con mi bandera. Quiero vivir esos momentos. Estuvimos en Castellón, en las buenas, y quiero estar, como en Cáceres, en las malas»
«Quiero estar junto a esos 300 azulillos y azulillas que van con el equipo al fin del mundo. Junto a los que volvieron hundidos de San Fernando y volvieron a levantarse para viajar hasta a Burgos. Quiero estar junto a esos que tras bajarse del autobús, apenas dormirán unas horas antes de irse a trabajar o a la escuela. Quiero vivir en primera persona lo que vivirán los que no podrán viajar, pero que estarán pegados a los medios de comunicación para saber lo que pasa con nuestro Linares»
«Papá, tenemos que estar allí. No me importan los 1100 kilómetros de carretera, ni el haber vivido una temporada en la que llegué a soñar, pero que podría acabar en pesadilla. Porque para soñar, hay que ser ambicioso y aprender de los errores, que este año, han sido muchos. Quiero que los jugadores que nos defienden, nos vean allí, en alguna esquina del estadio de «El Plantío». Que sepan que estuvimos en San Fernando, en Murcia, en Huelva y allá por donde pasaron, y ahora en las malas, seguiremos empujándolos»
«Quiero que al vernos, nos miren a los ojos, y que al bajar su mirada, vean mi escudo en el pecho, el mismo que ellos defienden. Quiero que entiendan por qué estaremos allí. Quiero que sepan lo que significa para todos esta camiseta. Quiero que luchen por ellos, por mi y por todos los azulillos. Porque pase lo que pase, y vayan donde vayan en el futuro, el presente pasa por Linares, pero antes por Burgos»
«El abuelo y tú me enseñásteis a amar estos colores. A respetar este escudo. Vosotros me hablásteis del CD Linares y del Linares CF. El abuelo me contaba que el decano del fútbol español no era solo el Recre, sino también el Linares. Él me decía que allá por finales del siglo XIX, en las cuencas mineras de Huelva y de Linares ya se practicaba este bendito deporte. Que los ingleses que pasaron por aquí, por nuestras minas, exportaron el fútbol hasta nuestra ciudad. Que a principios del siglo XX, la ciudad ya respiraba el aroma del balompié a través de la Sociedad Gimnástica Linarense, con aquellos partidos que se jugaban en la antigüa Estación de Almería. Y que siguió haciéndolo con el Titán de Linares y otros muchos»
«Por historia, porque aunque para muchos sea breve, para mi es única e irrepetible. Porque he vivido momentos inolvidables en Huercal de Almería o Castellón, y también otros muy amargos como aquella tarde en Linarejos, frente al Socuéllamos, cuando el gol de Corbacho no subió al marcador y no pude más que llorar de impotencia. Porque estando en Burgos, animaré como lo hacía cuando Chico anotaba de falta, o Payán de jugada sensacional. Porque quiero festejar los goles de mi equipo como lo hice con los de Siscu en Atarfe o Vallecas. Porque quiero emocionarme como me emocioné con el gol de Fran ante el Castellón, y si papá, si tengo que volver a llorar, que sea de satisfacción»
«Esta temporada ya hemos llorado mucho. Lo peor que nos podía suceder, ya ocurrió. Ahora toca honrar a los que nos trajeron hasta aquí. Algunos de ellos estarán en Burgos, en la grada, con la azulilla, como lo estuvieron en su época de juveniles frente a Las Palmas, el Ferrol o el Zamora. Yo se que los recién llegados no saben lo que significa este escudo y estos colores. Se que muchos tienen la cabeza en otro lugar y que alguno se ha borrado, pero a los que estén, hay que decirles una vez más que somos el Linares»
«Hay que gritar muy fuerte animando a nuestro equipo. Tenemos que hacer sentir a los futbolistas lo que nosotros sentimos por la camiseta que defienden. Para ellos puede ser un simple trabajo, pero el domingo, tienen que sentir que juegan con nuestras ilusiones, con nuestras emociones y hasta con nuestras vidas; porque papá, para mi, el Linares, es mi vida»
«Papá, coge la bufanda, se que tú estarás conmigo, con nosotros. Se que serás el primero en gritar bien fuerte ¡¡VAMOS LINARES!!»
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