Toda una semana rumiando sobre la profesionalidad del Málaga ante el Real Madrid, por aquello de ser entrenados por un madridista confeso como Michel. Pero el cuadro malacitano fue un digno rival, y generó muchas ocasiones de gol, pero todo se empezó a ir al traste para los pocos que creían en los locales cuando Ronaldo marcó en el segundo minuto de juego.
Y a partir de ahí, la sonrisa de los madridistas fue creciendo conforme pasaban los minutos. Incluso, ni los más nerviosos sufrieron con los acercamientos del Málaga a la portería de un soberbio Keylor Navas. Además, ayudaba que el Eibar ganaba 0-1 con un tanto del japonés Inui, que volvería a repetir y poner un 0-2 en el Camp Nou que fue momentáneo (pues al final acabó ganando el FC Barcelona en la despedida de Luis Enrique).
El tiempo pasaba y el Málaga no marcaba. No conseguía el Real Madrid matar el partido, pero todo estaba dentro de una relativa calma, pues solo dos goles del Málaga y, además, otros tres del FC Barcelona, darían el título a los culés. Pero eso no pasó. Los baulgranas remontaron pero el Málaga no conseguía marcar. Y llegó un córner, un remate de Ramos con gran parada de Kameni, que dejó el esférico en los pies de Benzemá, que anotó el último gol en Liga del campeón.
Tras cinco años sin cantar el campeonato doméstico, los de Zidane ganaron una Liga en la que fueron superiores gran parte del mismo, con un juego que fue mejorando en calidad de forma exponencial, y que tuvo como protagonista, en los últimos partidos, a un Cristiano Ronaldo imperial. Ahora, la fiesta se traslada a Cibeles.
Fotos: RealMadrid.com
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