Inicio 1ª División James acepta la paz de Carlo y se bate en retirada

James acepta la paz de Carlo y se bate en retirada

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James sale del Real Madrid. Dígase lo que se diga, él ha hecho todo lo posible por salir. No me refiero al movimiento concreto y puntual de estos días. Hablo de una larga temporada de irregulares rendimientos y lejos del perfil del futbolista enorme que es.

La cabeza es fundamental, la personalidad una garantía y el contacto con la realidad una obligación. James ha vivido el duro golpe de verse como un igual entre el grupo y un paso por detrás de la planta noble del equipo. Su ego le decía que una figura como James no puede estar a tiempo parcial y su álter ego le aconsejaba trabajo, eficacia y constancia. Tengo la sensación de que la joven estrella colombiana escuchó la voz de su ego, la que le sugería que es una estrella, que ya ha llegado al cielo y que debe ser tratado como a los dioses del Olimpo. Error. James es un gran futbolista cuando juega como un gran futbolista y, con un minuto en el campo, debe demostrar su altura. Quejarse de las oportunidades, sobre todo si no las aprovechas, es de jugador menor.

Es cierto que tampoco le ha ayudado el efecto que producen en persona de su edad las alabanzas y los laureles que casi siempre le han llegado desde Colombia. En su país es casi el único, el divo, en el Real Madrid es uno de los excelentes efectivos que entrenan con Zidane. No es fácil manejar eso y no sé si James lo ha manejado bien.

Para unos, aquí en España, ha sido muy poco valorado; para otros no ha sabido aprovechar sus oportunidades. Creo, así lo veo yo, que ha pasado lo último. Es una pena que no haya sabido exprimirse y ganarse un hueco. A mi juicio Zidane ha tenido muchas dificultades para sentar a otros y ha tenido muchas menos menos para sentar a James. No se debe apelar al tópico de los problemas personales. Es es un lugar común y de base muy inestable. Se ha especulado mucho con las relaciones James/Zidane. Unas cosas se acercan a la realidad tangencialmente y otras, de lleno, son pura imaginación. Dentro del vestuario del Real Madrid todos conocen el código y James lo conoce. Echar a este fuego los palos del «entrenador me tiene manía» es justificación de mal estudiante.

Lo cierto es que James se va. Cedido, pero se va. Corre en busca del trato amable de Carlo. Puede que el Bayern mecánico necesite la elasticidad y los repentes armónicos del colombiano. Puede jugar más y jugar mejor, pero ya no jugará en el Real Madrid ni en la mejor Liga del Mundo. Me recuerda, siendo mejor el equipo aleman, la salida de Falcao a la liga francesa. Tengo la sensación de que se bate en retirada. En el Bayern tampoco se lo van a regalar pero nada que ver con la exigencia que hay en el Real Madrid.

Una pena, me hubiera gustado verle pelear y ganarse un puesto del nivel que merece pero, en la plantilla de Zidane, hay tortas porque sobra la calidad. En el conjunto blanco, así es ese grupo, no se pelea por jugar partidos, se pelea por jugar minutos. James ha preferido que se los den. Está en su derecho. Suerte.