Inicio Opinión Antonio Oliver Grupo IX, el grupo de Jaén: urgencias, ilusiones, rivalidades y retos

Grupo IX, el grupo de Jaén: urgencias, ilusiones, rivalidades y retos

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Jaén siempre ha sido tierra de fútbol. Lo que se va a vivir esta temporada es muy especial. Seis equipos de Jaén metidos en el mismo espacio competitivo. Cruces sin tregua. Un grupo de Tercera División  en el que se han mezclado todos los objetivos, todos los esfuerzos, los sueños y las zozobras que forman parte de este deporte.

Hay tres equipos que vienen con la herida abierta de un descenso no esperado; un conjunto feliz e ilusionado por cumplir su retorno a la categoría, otro está consolidado y que aspira a mejorar su papel de la pasada campaña y otro que desea circular por la Tercera División con suficiencia.

Objetivos diferentes, dependiendo de presupuestos y de urgencias históricas, acompañan a cada uno de estos equipos. Todos cargados con un peso también diferente, responsabilidad unos y estrecheces económicas otros. Todos impulsados por la ilusión. Cuando ruede el balón todo se va a igualar, no habrá ni ventajas históricas ni superioridades teóricas. La pelota no conoce a nadie y solo se rinde ante quien mejor rendimiento sepa sacarle. Es lo grande de este deporte.

El Real Jaén viene, entre la sorpresa y la realidad, a espantar viejos fantasmas que rondan su existencia desde hace décadas. Otra vez ante el cristal turbio de una categoría borrosa y durísima. Valenciano ha hecho un equipo políglota. Está preparado, supongo que esa es la idea del técnico, para hablar varios idiomas. Uno, en el Estadio de La Victoria, en el que la palabra principal será balón y el verbo más conjugado “tocar” y otro para campos donde habrá pocos sustantivos y muchos verbos: correr, sudar, sufrir, ganar. No habrá tiempo para la literatura en esos campos. Equilibrio en el dibujo del equipo y una urgencia: ascender. Luego ya sabemos que el fútbol pone las cosas en su sitio y eso lo sabe el joven técnico del Real Jaén. Hacer que el mal trago solo dure un año está en la cabeza y en las botas de este equipo hecho para desterrar malos sueños. De momento la afición jienense, olvidando los malos tragos y cerrando filas en torno al nuevo proyecto, se ha volcado con el equipo. Más de 3.000 socios hasta ahora. Un número para la esperanza. El objetivo es exigente pero el equipo tiene respaldo. Máximo reto.

El Linares Deportivo fue el último de los tres equipos jienenses descendidos de Segunda B. Traumático y doloroso descenso. Nunca se sabe si es peor el golpe no esperando o la fatalidad que se ve venir. Eso no lo sabe nadie. La temporada no fue alarmante en lo institucional. Hubo relativa calma. Lo deportivo se fue deteriorando y, como cumpliendo un maleficio, se complicó con los malos resultados, las tensiones en el banquillo y el duro examen final de una promoción que hizo más lenta la agonía. La maldición del banquillo se ha alargado hasta hace poco más de un mes. Felizmente ahora, con Aguado, el Linares ya tiene armado el andamio con el que quiere volver a recuperar la categoría y sellar lo antes posible este retorno a sus infiernos. El equipo es totalmente nuevo y desaparecen nombres emblemáticos para los aficionados locales. Borrón y cuenta nueva. El Linares juega contra sus rivales y contra su urgencia por abandonar la pesadilla en la estuvo muchos años, de la que escapó y a la que ha vuelto. Reto duro, objetivo obligado.

El At. Mancha Real acabó viendo destrozado el sueño del ascenso. Una temporada llena de satisfacciones pero que se fue pudriendo poco a poco hasta derramar todos los logros de comienzo de temporada. Se inició el campeonato con la misma dinámica del ascenso y el equipo se instaló en una zona cómoda. Parecía haber encontrado acomodo y que, a partir de ahí, solo se trataba de gestionar los limitados recursos del equipo. No fue así y una serie de adversidades notables, trabaron al equipo que perdió puntos y crédito hasta verse en la puerta de salida. Esta temporada, lo mejor, es que se ha aceptado sin dramas la realidad y se ha vuelto a la “operación hormiga”: modestia, trabajo, perseverancia y filosofía de equipo. Jugadores emblemáticos del Real Jaén se han sumado al proyecto y de Mancha Real salieron otros tantos al equipo de la capital. Su modestia no exenta de calidad y el conocimiento de la categoría, hacen del cuadro manchego un equipo respetable y a respetar. El que fuera pilar del Real Jaén, Óscar Quesada, se convierte en referencia para el equipo. Su campo va a ser, otra vez, para el Mancha Real un jugador determinante.

El Martos CD es un histórico del Grupo IX de la Tercera División. Su trayectoria en la categoría le coloca siempre entre los clubes nobles cada temporada. El que fuera “Chamorro Martínez” ha visto en su machado césped y bajo la atenta mirada de la Peña a jugadores de altísimo nivel. Eso obliga de forma especial a todos los jugadores que viten esa camiseta y a los técnicos que ocupan ese banquillo. Hay muchas gestas que deben ser honradas y excelentes jugadores que hicieron temido y respetado en toda España al Martos. La pasada campaña se fue “del cielo a las losas”. El equipo tuvo la liguilla a tiro y la oportunidad se escurrió entre las manos o entre los pies o en un apagón anímico. Lo cierto es que el nuevo proyecto quiere aprender de los errores y Toni, el nuevo técnico, quiere buscar en el balón un cómplice para sus jugadores. Salen con la lección aprendida y sus jugadores entienden que, sin ser favoritos, están obligados por calidad y por historia. Bonita apuesta.

El Villacarrillo CF está feliz en su regreso. Todo es conocido y nuevo a la vez. La categoría no les suena nada extraña. Saben que va a ser muy dura pero que, con el cartel provincial, es la Tercera División soñada para cualquier equipo jienense. Ha regresado en una temporada complicada pero extraordinariamente atractiva.

El equipo ascendió de la mano del actual técnico del Real Jaén y,  como ocurrió con el Mancha Real, el Villacarrillo ha sido caladero para el equipo de Valenciano. Servidumbres que impone el mercado. Hubo malestar pero la queja ni resuelve ni ayuda. Se ha hecho una plantilla ajustada al presupuesto. No ha habido margen para excesos. Han trabajado el factor grupo y han llamado para conducir la nave a un exjugador del equipo, Rafa Ruano. Ruano va a contar en el cuerpo técnico con Juande Peralta. Ahora que se han puesto de moda las direcciones colegiadas, el Villacarrillo tiene un entrenador excelente y un apoyo extraordinario. Por ahí no hay ni una gotera. Ahora se trata de lograr que las alegrías superen al sufrimiento, sabiendo que sufrir puede ser la norma. No debe importar. Lo que se logra con el mayor esfuerzo da la mayor satisfacción. Objetivo para jugadores con ambición.

La UDC Torredonjimeno quiere instalarse definitivamente en la categoría. Viene de cambios institucionales pero en el banquillo permanece Chumilla. El exjugador del Real Jaén ha remodelado su plantilla y ha añadido a sus ejes fundamentales injertos del Martos CD y del Linares entre otros. Lara, nacido en Martos pero procedente del Linares, será pieza importante en el centro del campo y los laterales, procedentes del Martos, Luque y Rus se incorporan también al nuevo proyecto de Manolo Chumilla.

Comienzan la tempoarada pendientes de la recuperación de algún efectivo fundamental. Carrillo está en recuperación. Acaban de ser eliminados de la Copa Presidente y ello les deja vía libre para ocuparse del exigente comienzo de liga. El «Matias Prats» conoce lo complejo de la categoría y ha visto muchas horas de fútbol sobre su césped. Hay motivos suficientes que arrojan luz de esperanza sobre este proyecto. Chumilla es amigo de la pelota y su equipo respeta eso y lo potencia. Se alza el telón.