Inicio Opinión Antonio Oliver Un regreso que tiene más que ver con Villa que con Lopetegui

Un regreso que tiene más que ver con Villa que con Lopetegui

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La lista de Lopetegui es elástica. El Seleccionador tiene la idea y los puntales que sujetan el proyecto pero anda en las balconadas de la competición y desde ahí decide las pruebas, los recortes y el futuro. Ha vuelto Villa. Esto tiene más que ver con Villa que con Lopetegui.

El jugador “americano” juega y habla como un futbolista en competición permanente y a pleno rendimiento desde siempre. La cabeza cuenta tanto como los pies. Villa juega y marca pero, además, en su discurso hay una llama viva de fútbol que emite confianza y desvela que no es imposible volver después de tanto tiempo y que, EEUU puede no ser siempre un retiro para estrellas “a brillo perdido”. Es una alegría y un acto de justicia. Me extrañaría que fuera un premio de consolación para que Villa culminara una trayectoria brillantísima. Hay demasiadas razones que encumbran y dan valor a su presencia en esta convocatoria.

Se juega un partido vital, ante un rival áspero, tradicionalmente complicado y que vendrá a confirmar su identidad. Italia no es una probeta en la que se puedan hacer experimentos ni escenario para pasteleos. Lo del Bernabéu va ser muy serio. El partido es recio y España necesita un referente cierto.

Villa viene a ocupar un espacio vital: jefe de máquinas en la fábrica del gol. No será, una vez que pasen los parabienes del regreso, una tarea fácil y Villa sabe que tiene los focos sobre él. Conoce el fútbol y conoce lo voluble que puede ser la opinión. Si no viene lo pedimos, si no marca lo vamos a criticar tirando de todo lo que ahora no parece impedimento.

Está claro que el goleador, como el portero, no tiene problemas con la edad. El portero, con los años, pierde unas cosas pero gana otras y puede hacerse mayor parando. Al goleador le pasa lo mismo. Aduriz es el ejemplo más cercano. Villa es más joven pero tiene 35 años. A su edad no hay un centímetro del área que no conozca. Con los ojos cerrados sabría situar al defensor, al portero y los palos del marco. Años de transitar por el mismo espacio y condición natural de un futbolista que nació delantero. El radar está en su cabeza. Sus piernas siguen frescas y su ambición demostrada.

Acierto en la llamada pero, insisto, esto tiene más que ver con el futbolista que con el Seleccionador. Julen, en la línea de la naturalidad razonada y la distancia obligatoria,  ha escuchado el discurso de Villa y ha respondido convocándolo. El Seleccionador observa y actúa. Normal.