Siempre hay una primera vez para todo, dice el dicho. El refrán, por su parte, dice que a la tercera va la vencida. En este caso, ha tenido que ser a la séptima. El Real Madrid, por fin, ganó en el Westfallen Stadium de Dortmund en un completísimo partido ante el Borussia, que apretó de lo lindo en busca del empate pero que no lo consiguió. El partido se acabó pasado el minuto 80, cuando Cristiano cerró el choque con el 1-3 definitivo.
Fue un gran partido colectivo de los de Zidane. Especial atención merece el encuentro de Gareth Bale, que vio un excelso agujero en los espacios que dejaba la defensa adelantada del Borussia. Así pudo llegar el primero. Pero no fue tras una arrancada, sino con un sutil desmarque que vio Carvajal. Bale puso la bota con una suavidad inusitada, si se permite el oxímoron, y el balón entró por la escuadra de la meta de Burki. Era el 0-1, y el Madrid empezaba a derribar un muro que, hasta la fecha, había sido inexpugnable.
Pudo llegar el empate antes del descanso, pero lo que arribó fue el 0-2 tras la vuelta de los vestuarios. Fue Cristiano el que anotó el tanto, su tercero en esta edición de la Liga de Campeones. Hay no acabarían las celebraciones del luso, pero antes llegó el 1-2. Philipp la puso excepcional y Aubameyang, como ya hiciera el año pasado, le marcó a Keylor Navas con un buen cabezazo.
El Borussia, equipo atrevido y vistoso, lo intentó de todas las maneras, pero Ramos y Varane estuvieron imperiales. No había forma y el Real Madrid amenazaba con romper el partido a la contra. Y así fue. Ronaldo puso el lacito al encuentro con un gran zapatazo tras un pase en profundidad de Modric. Seis puntos de seis, y con un pie en octavos de final tras dejar prácticamente noqueado a los alemanes.
Fotografía: Realmadrid.com
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