Inicio 1ª División Villacarrillo 0 – San Pedro 1: pesadilla en el Veracruz

Villacarrillo 0 – San Pedro 1: pesadilla en el Veracruz

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Diego J. González.- Piensen en una cruel manera de perder un partido en un cruel contexto, y estarán cerca de sentir lo que el Villacarrillo CF sufrió este domingo frente a la UD San Pedro. No hay manera. Ni con nuevo entrenador, ni con coraje, ni con el Veracruz “sumado” a la causa, ni contra un rival directo: 0-1. Destino inexorable.

El Villacarrillo volvió a perder, en este “día de la marmota” del que parece no poder escapar. Esta vez mereció como mínimo empatar, por empuje y tesón durante los noventa minutos, mas se repitió el sempiterno y siniestro final al que está abonado esta temporada, con el agravante en esta jornada de recibir el estoque mortal en el minuto 90, cuando se firmaba como mal menor un empate para ir comenzando a sumar y plasmar en la tabla la mejoría transmitida por el equipo.

Aterrizaba desde Granada el joven preparador Jesús Párraga para cambiar la dinámica e insuflar oxígeno, fe y tensión a una plantilla cabizbaja. Esa fue la gran novedad en la otoñal tarde campiñesa, la del 1-O, en la que los celestes pretendían independizarse de la derrota.

Se notó el cambio de timón desde incluso antes de arrancar el choque. Párraga alentaba a los suyos sin parar, activo, involucrado. Y se tradujo en el cesped desde el pitido inicial. Los locales comenzaron con fuerza, directos a por el partido, sin escatimar esfuerzos.  Enfrente había un rival propicio para el desquite y el despegue: una UD San Pedro bisoña, en descenso también, diezmada con la marcha de dos de sus mejores peloteros en los últimos días.

También los locales llegaban mermados tras la salida del club de los arietes Juanjo y, sobre todo, Miguel, uno de los principales artífices del ascenso. Adolecer de un delantero puro quizá explique en parte el porqué de este 0-1 eterno al que cada dos semanas se asiste en el Veracruz.

Tras el arreón inicial, el combate se fue nivelando, con un Villacarrillo al que le costaba un mundo llegar arriba y una UD San Pedro algo más incisiva y peligrosa a balón parado. Salvi la tuvo tras una jugada por banda diestra y Faucho, solo, perdonó en el área chica tras un corner. Cintrano, la torre referencia en el cuadro malagueño, se retiraba lesionado al filo del descanso.

La segunda mitad fue otra historia. Los de Párraga se fueron arriba sin contemplaciones, a la vez que el cuadro malagueño reculaba y parecía firmar las tablas. Hasta el Veracruz despertó y volvió a cantar, interpretando que era el momento idóneo para dar el empujón necesario a los suyos para lograr una victoria que se atisbaba, tangible, cercana. La verticalidad de Juan enfervorizó al respetable por momentos y luego le sustituyó un Isidoro que volvió para aportar destellos de calidad y un guante en su diestra a balón parado.

Sin embargo, el asedio celeste no se traducía ni siquiera en alguna clara ocasión de gol, pues las carencias son las carencias, por mucho que se intente. Ese “quiero y no puedo” parecía abocar en un empate final que tampoco hubiera sido tan desastroso, máxime cuando en una contra los visitantes reclamaron un posible penalty de Niza cuando se mascaba la tragedia. Pero llegó. La tragedia. Ya en el descuento, cuando más duele. En pleno desajuste, con el equipo desfondado, un centro desde la izquierda lo aprovecharía Faucho, el lateral, para batir a Alberto y asestar el golpe de gracia a un Villacarrillo convertido en todo un “pupas”. Injusto. Cruel. Pesadilla en el Veracruz.