Inicio 1ª División Vencer sin convencer (3-2)

Vencer sin convencer (3-2)

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«Venceréis, pero no convenceréis», le dijo Unamuno al general franquista Millán Astray al inicio de la Guerra Civil. La lapidaria y acertada cita del autor de «Niebla» se puede amoldar al Real Madrid en el partido de hoy. Pese a que jugó fatal y el Málaga le consiguió empatar en dos ocasiones, todo el mundo sabía que los de Zidane iban a acabar venciendo ante uno de los colistas del campeonato. Fue Cristiano el que, tras fallar un penalty, puso el 3-2 definitivo para un equipo blanco que aburre a los muertos.

Solo Isco, con sus particulares bailes de birlibirloque, parece despertar algún interés en el aficionado blanco. Y es que los amantes de la estética están sufriendo mucho esta temporada: nada es bello en el Real Madrid. Ante el Málaga de un aplaudido Michel, los de Zidane ganaron por inercia, dadas las facilidades defensivas de un equipo tremendamente flojo como el blanquiazul, pero que supo sacar las garras en el Bernabéu.

Por suerte, Navas parece estar de vuelta, pues vio el partido desde el banquillo. Y es que Casilla es el portero más mediocre que ha vestido la elástica blanca desde que Albano Bizarri homenajease a Isabel Pantoja en aquellos años finales del pasado siglo. El exguardameta del Español parece contar con menos confianza que un candidato de Vox a la alcaldía. En la zaga también dejó que desear mucho el club blanco. Marcelo sigue de Erasmus, y Vallejo y Varane no se entendieron del todo bien. En el centro, el errático Kroos se vio superado, y un fallo suyo devino en el primer empate del Málaga, obra de Rolan. Incluso, el público se atrevió a pitar a uno de los baluartes de las últimas dos Copas de Europa.

Quien sí debió ser pitado por su poco gusto a la hora de mover el banquillo fue Zidane. Aunque metió a Modric, que a la postre resultó decisivo al provocar el penalty del 3-2, quitó a Isco, de largo el mejor hombre de un conjunto que parece deprimido y sumido en el caos. También quitó a Benzema, que había hecho el primer tanto del encuentro tras aprovechar un rechace de un balón repelido del larguero tras gran cabezazo de Ronaldo. El segundo fue de Casemiro, mientras que el definitivo fue, como se ha dicho, de un Cristiano que sigue sumando a su repertorio infinidad de aspavientos y quejas. Nunca dejará de sorprender el portugués, siempre dispuesto a protestar por encima de sus posibilidades.

Se echa de menos al Real Madrid del pasado curso.

Fotos: Realmadrid.com