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Pedrillo, un medio centro que marcó época en el fútbol de Bailén

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Pedrillo en el centro

Rafael Moga Camacho.- Pedro Recena Palomares, fue uno de los futbolistas más populares que dio el fútbol en Bailén y pasó a la historia futbolística de la ciudad como «Pedrillo». Pequeño de estatura, con su buen hacer revolucionó el fútbol de Bailén desde finales de los años veinte hasta los primeros años de la década de los cuarenta. Un jugador que marcó época, la figura más popular del fútbol local en aquellos tiempos. Era la estrella del equipo. Poseía una extraordinaria movilidad en el medio centro. Esa condición le permitió conducir con sabiduría a sus compañeros para lograr innumerables victorias.

Pedrillo, nació el 12 de diciembre de 1912 y murió el mismo día pero del año 1988. Era el menor de cuatro hermanos. Todos los hermanos, pese a su corta edad y por las dificultades de aquel tiempo, tenían que trabajar para contribuir al sostenimiento de la familia. Pese a ello, desde muy niño, sintió que se agitaba en él algo que le hacía desarrollar un gusanillo especial por el balón: el fútbol llamaba ya entonces a su puerta. Pedrillo jugaba al fútbol cada vez que tenía un momento de asueto. Lamentablemente no eran muchos porque su trabajo en el pantano de «El Rumblar» le obligaba a hacer diariamente doce kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Era un duro esfuerzo, pese a lo cual, Pedrillo nunca dejó de practicar el deporte que le apasionaba.

Personalmente conocí a Pedrillo ya de mayor. Era un hombre muy respetado y muy admirado en Bailén. Los bailenenses siempre ha valorado lo que supuso para el fútbol local y sus «hazanas» eran comentadas con admiración por los vecinos. Estos comentarios y, sobre todo, el respeto con el que se hablaba de él me animaron a conocerle y saber más cosas de su vida y escuchar sus opiniones en materia futbolística.

Tuve, por fin, la oportunidad de de hablar con él por primera vez  el 14 de julio del año 1976, en el programa radiofónico de Radio Jaén SER, “Bailén en Fiestas”. Pedrillo estuvo como invitado en el programa y habló de nuestras fiestas de julio y de su trayectoria deportiva a lo largo de tantos años. Ese día entendí por qué este hombre era tan querido y respetado en nuestro pueblo; aprecié su sencillez y me sorprendió su gran conocimiento del mundo del fútbol, lo mucho que sabía y entendía de este deporte. En ese momento observé lo que significaba Pedrillo para Bailén y los bailenenses. Mientras dialogaba observaba que, ante mí estaba un líder, un maestro del fútbol, en definitiva una buena persona. Comprendí también, por qué algunos comentaristas de la época que me precedieron a lo largo de los años, lo trataban con cariño y esmero, reconociéndole en sus informaciones la labor desarrollada a lo largo de su andadura deportiva

La primera vez que Pedrillo vio un partido de fútbol fue en la “Fuente de la Espiga”, en la Carretera de Linares. Jugaba un equipo de Linares frente al Bailén F.C. y el resultado fue favorable a nuestros colores por un 3-0; ya ha llovido desde entonces, ese partido de fútbol se jugó a principio de los años veinte.

Me decía Pedrillo en aquella entrevista, muy nostálgico, que el mejor y más grande jugador de fútbol  fue Samitier, aquel célebre futbolista  que militara en el FC Barcelona y posteriormente en el Real Madrid. A nivel local los que más le gustaban eran sus excompañeros Godino y Paquito «El Pintor», y más recientemente a finales de los años 60, Pepillo.

En una entrevista publicada en la revista Bailén festivo, el día 30 de junio del año 1932, el popular “medio centro” del Bailén F.C. decía que para él los aplausos era una inmensa alegría que le animaba a jugar con más fe y con más coraje. El entrevistador se despedía de Pedrillo, destacándole cariñosamente como “el héroe futbolero en miniatura, por lo pequeño que era, modesto en sus aspiraciones y grande, muy grande en el difícil deporte del balompié”.

 Pedrillo comenzó a jugar al fútbol muy joven, en el año 1928, y desde sus inicios consiguió una gran popularidad que mantuvo hasta el día de su muerte. Siempre se caracterizó como persona sencilla y modesta, y esta sencillez, denominador común durante toda su vida, le hizo ser siempre querido  en todo Bailén.

A una de mis preguntas sobre cuál era su verdadera demarcación en un rectángulo de juego, me indicaba que el lugar donde se encontraba más cómodo era de medio centro, hoy pivote, y su pequeña estatura no era ningún hándicap para llevar las riendas de su equipo repartiendo juego a todos sus compañeros. Tal era la magnitud del juego de este personaje que  los aficionados a coro le cantaban “Pedrillo, Pedrillo que saltas más que un grillo”, palabras emocionadas que, con mucha nostalgia, pronunciaba aquel día 14 de julio de 1976 en las ondas de Radio Jaén.

Junto a Pedrillo jugaban, entre otros, hombres legendarios como Calzada, Quesada, Arévalo, Godino, Martín, los hermanos Liañez, Paquito El Pintor, Linares, Picón, Garzón,  Reco, todos ellos ya desaparecidos, que escribieron grandes páginas dentro del deporte de Bailén.

 Los tiempos han cambiado, los sistemas de juego  también, las nuevas tácticas “no le iban” a Pedrillo, siempre contando anécdotas de aquellos años gloriosos de su Bailén F.C. En definitiva, tuve el privilegio de recoger la información de un maestro para quien el mundo del fútbol no tenía secretos.

La Asociación Cultural y Deportiva “Amigos del Deporte”, en sus galas anuales instauró un premio con el nombre del mítico  Pedrillo a la Leyenda Deportiva.

El mundo del deporte está en deuda con Pedrillo, creo que este mito del fútbol de Bailén, se merece un reconocimiento como leyenda deportiva. El tiempo ha pasado pero una ciudad como Bailén, tan unida a las memorias del fútbol, local tiene la obligación moral de reconocer de alguna manera a Pedrillo, como gran jugador y como persona, ejemplo de virtudes y valores humanos.