«El París Saint Germain ha barrido al Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Champions League. El tridente Neymar, Mbappé y Cavani han dejado a la altura del betún a una BBC que fue una banda sobre el césped del Bernabéu…»
Este podría ser el comienzo de la crónica del día del San Valentín, día en el que el PSG irá de turismo al campo del vigente campeón de la Champions, de un Real Madrid que no se presentará al partido. Eso es lo que muchos han vaticinado y por lo que otros apostarían su nómina el próximo miércoles.
Pero, aquí viene un tópico muy verídico, son 90 minutos. Y si los de París le metieron cuatro al Barça la temporada pasada, los culés le devolvieron un set de propina una semana más tarde. ¿El Madrid podría? Difícil hoy, pero una necedad dudar de un equipo que en Europa se transforma.
Sí. El PSG mete miedo. Con y sin Neymar. Con fiesta y jolgorio la noche anterior. Y sí, el Madrid ha perdido mucho desde agosto. Y está sin Liga, sin Copa y sin trabajar un día de nieve faltando el respeto a los aficionados. Pero si algo ha ganado en los últimos años ha sido un crédito que nos permite, al menos, tener el beneficio de la duda el día de San Valentín. ¿No?
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