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Manuel Tapia «Kubalita», un aficionado ejemplar, en la memoria del deporte de Bailén

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Rafael Moga Camacho.- “Kubalita”, así era conocido Manuel Tapia Fernández, un deportista ejemplar y muy carismático en la ciudad de Bailén. Nos dejó cuando celebrábamos la Semana Santa del año 1.969, en los primeros días del mes de abril.

 Los que hemos conocido a Manolo podemos decir, sin temor a equivocarnos, que ha sido una persona sencilla, que fue por la vida con humildad, derrochando simpatía y bondad por los cuatro costados, contagiando a todos los que le tratamos optimismo y alegría. De carácter abierto, era bondadoso y amable. Para él nunca existió el pesimismo y siempre hizo gala de una gran educación. Era, en definitiva un hombre de bien, que vivió con resignación y paciencia una triste deformación física.

 Manuel Tapia Fernández, vendedor de prensa y revistas, poseía un quiosco de chucherías en las esquinas de la calle Real con las calles Ruiz de Alda ó Isaac Peral. Allí los amantes del deporte y en concreto del fútbol, que era la actividad de ocio más practicada de la época, nos citábamos con él para comentar la jornada del domingo y, dependiendo de los resultados de nuestros equipos favoritos, lo hacíamos en plan serio o jocoso.

Kubalita, en el centro, con dos amigos
Kubalita, en el centro, con dos amigos

Era seguidor del F.C. Barcelona y admirador de aquél mítico jugador internacional que defendiera los colores de este club durante muchas temporadas; por este motivo los seguidores del fútbol lo conocíamos por este simpático diminutivo. Gran aficionado y, sobre todo, fiel a sus colores favoritos, era un verdadero entendido en materia deportiva y su opinión muy considerada en nuestra localidad. Su imparcialidad al tratar el tema deportivo e incluso sobre “su” F.C. Barcelona, le avalaba y se tenía muy en cuenta en los sectores deportivos de Bailén. Kubalita se ganó el respeto y el cariño de los bailenenses por su caballerosidad y su gran sentido de la deportividad.

También fue muy aficionado al  baloncesto. Un deporte que le encantaba y cuando tenía ocasión le gustaba presenciar los encuentros del FC Barcelona, sin embargo,  eran tiempos en los que el mejor equipo de España era el Real Madrid. Kubalita lo sabía reconocer y se divertía siguiendo al equipo del mítico Ferrándiz en los partidos televisados de Copa de Europa.

El fútbol no tenía secretos para él, conocía todos sus entresijos. Hacía lecturas perfectas de cualquier partido que presenciaba en directo o por televisión, era un amante del deporte rey y un deportista ejemplar. Por todos estos motivos siempre lo buscábamos para su asesoramiento y apoyo. Fue también fundador del Recreativo Bailén, C.F., en su acta fundacional figuraba su nombre y apellidos. Tuvo que ver mucho sobre la creación de este emblemático club.

Estuvo igualmente en los campeonatos de fútbol locales que se organizaban con diferentes equipos, dando lecciones de organización de eventos deportivos y de cómo llevar y entrenar a estos equipos de aficionados. Era un maestro en todo lo relacionado con el deporte. Y lo más importante, todo lo hacía por cariño y sin interés de ningún tipo, sus deportistas se lo agradecían con respeto y educación haciendo caso a sus indicaciones.

Han sido innumerables las iniciativas deportivas aportadas a nivel local por Manuel Tapia Fernández: creador de torneos deportivos a nivel de fútbol base, campeonatos de dominó, ajedrez y damas. En todas estas competiciones su participación estaba garantizada y al mismo tiempo su apoyo incondicional era una realidad. Le sorprendió la muerte cuando se estaba preparando la tercera edición de la Copa de Primavera de fútbol para equipos infantiles, que nuestro amigo Manolo llevaba tres años organizando.

Este hombre fue un ejemplo para el deporte bailenense. Organizaba competiciones, participaba, colaboraba y el que le buscaba lo encontraba para trabajar por el deporte. Fue sin lugar a dudas una de esas personas queridas y admiradas. Tenía palabras para todos: Nunca tuvo un mal gesto ni una salida de tono, fue realmente un CABALLERO, así con letras mayúsculas. Kubalita ha dejado huella en esta ciudad por su amor al deporte y por capacidad para apoyar y promover iniciativas que beneficiaban a su pueblo y a sus vecinos.