Si algo lo faltaba a Cristiano para ser el rey era lo que siempre había soñado e intentado hasta la extenuación, rozando incluso lo patético en ocasiones. Imposible hacerlo en un escenario mejor y con mayor belleza. El luso cazó una chilena en el cielo de Torino, e hizo uno de sus grandes goles. No sé si el mejor, pero si el que más había buscado. Y lo hizo para sentenciar a la Juventus de Turín y dar un paso de gigante hacia los cuartos de final. Vaya figura.
Esto ocurrió en el ecuador de la segunda mitad. Hasta entonces, el Madrid sufrió más de lo que parece, pues el equipo italiano llegó a encerrar a los de Zidane. Incluso Higuaín -muy famoso en redes esta semana por el apodo de «Cementerio de canelones»- pudo anotar si Keylor Navas no lo hubiese evitado. Gran partido del tico. Pero la Juve siempre fue por debajo en el marcador, merced al tanto de, quién si no, Ronaldo cuando el partido comenzaba, tras pase de Isco, titular.
Y es que la chilena de CR fue tan trascendente que rompió el partido. Eso, y la expulsión de Dybala. No jugará en el Bernabéu, como tampoco lo hará Ramos, por ver la amarilla. Con el 0-2, llegó el dominio total del Real Madrid, el rey de Europa, y Marcelo hizo el tercero. El brasileño es muy de sumarse a las fiestas.
Todo parece sentenciado. Salvo masacre, el Madrid jugará su octava semifinal de Liga. Todo un logro.
Fotografía: Realmadrid.com
Follow
