Inicio 1ª División Oblak impide que el Real siga riendo (1-1)

Oblak impide que el Real siga riendo (1-1)

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El Bernabéu recibía a su ídolo tras el golazo conseguido en Turín, y atronaron los aplausos. El otrora conocido como «Cristiano Aspavientaldo», o «Cristiano Quejando» -ante cada fallo posterior al intento fallido de chilena- se ha ganado ya, por fin, el mote de «Cristiano Chilenaldo». El estado de forma del luso, bromas de las redes sociales aparte, es buenísimo. Su sola presencia rondando el área contraria crea una enorme intranquilidad, y no es de extrañar que el gol de su equipo fuese suyo. Fue impresionante el quiebro que le hizo al defensa y cómo obligó a que saltase antes de tiempo, para controlar y marcar el 1-0. Fue lo único que permitió Oblak.

El guardameta esloveno fue el otro gran protagonista del choque. Probablemente, el mejor portero del mundo, en la actualidad. Y no estará en Rusia. El «muro» Oblak y los palos evitaron que el cuadro de Zidane, que cuajó un buen encuentro, se llevase el gato al agua. Hablando de gatos: el respetable volvió a pitar a Benzemá, que salió en el minuto 60 del banquillo para dar descanso a Ronaldo. Y ahí acabó el olfato del Real Madrid, que siguió acercándose a la meta del Atlético, pero sin remates claros.

El Atlético jugó a lo suyo y también pudo llevarse el encuentro, si Navas no hubiese hecho un paradón a tiro a bocajarro de Koke. Godín volvió a ser el jugador tosco que acostumbra y que tanto gusta a Simeone, y el centro del campo visitante supo morder con acierto, entre lo legal y lo punible. Lucas Vázquez, bailarín durante todo el choque, sufrió las malas artes de los atléticos en varios tramos del encuentro.

Y es que un derby madrileño siempre deja mucho. El minuto 92, de tan infausto recuerdo para los de Simeone, sobrevoló el Bernabéu, tras una falta lanzada por Ramos que Oblak sacó brillantemente. Y no solo ahí, pues remató a fuera el remate tras el córner posterior. Y el público también recibió a Juanfran como un héroe, pues no olvida que el fue el que erró el penalty decisivo en Milán que permitió a los blancos levantar su undécima Copa de Europa.

También demostraron un gran nivel Marcelo y Griezmann. El merengue ha llegado en estado permanente de fiesta al tramo final de la temporada, y sus incursiones, muy ordenadas pese al caos en el que parece habitar, son muy peligrosas. Y el francés sostuvo, con sus arrancadas y su calidad, a los colchoneros en ataque. Suyo fue el gol del empate.

Y todo acabó en tablas, lo que acerca de forma casi definitiva al Atlético de Madrid a la segunda plaza. Pese a todo, fue un gran partido, y el Real Madrid ha de confirmar las buenas sensaciones el próximo miércoles, para no tener ningún susto en el trámite ante la Juventus, tras el 0-3 de la ida.

Fotografía: Realmadrid.com