El jugador de Arroyo de la Miel, Isco Alarcón, estrella del mejor Málaga de la historia, aquel que fue eliminado injustamente en cuartos de final por el Borussia de Dortmund, fue el amo y señor del encuentro en su visita con su actual equipo: un gol y una asistencia, así como el control absoluto del esférico.
Zidane apostó por un equipo cargado de suplentes en la visita al campo del destacado colista de la Liga, quien podría bajar a Segunda la próxima semana. Vallejo, Theo o Kovacic fueron titulares, y Ceballos o Borja Mayoral salieron desde el banco.
El primer gol llegó de falta directa. Isco la puso donde no llegaba Roberto. Y ahí siguió el recital de control merengue, que puso a los blanquiazules a merced del cuadro dirigido por el galo. Pero no llegaba el gol, y el Málaga quiso creérselo. Pero todo se acabó tras un robo de Casemiro, que asistió a Benzema para que este cediese el esférico a Isco y, a su vez, este viese al brasileño llegar al área para que la empujase. Era el 0-2. Y así parecía acabar el encuentro, pero Rolan puso el 1-2 cuando ya no había tiempo para más.
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