«Jaén nunca se rinde». Eso me enseñaron, hace años, en la casa de una de las personas que nos ayudaron a superar las dificultades en aquella temporada de impagos y penurias.
La ciudad de Jaén se puso en pie, encabezada por un grupo de profesionales que, sabiendo lo difícil del momento, no podíamos dejar morir a un club con una inmensa historia detrás. Fuimos conscientes de que debíamos salir de aquella situación crítica. Luchar.
Se salvó la categoría y, además, entramos en Copa del Rey. Al año siguiente entramos en play-off y caímos ante la Ponferradina. Todavía recuerdo cada segundo de aquella eliminatoria.
Pasó el tiempo y el Real Jaén ascendió a Segunda A. Pude visitar el Estadio de La Victoria defendiendo la camiseta del Real Zaragoza. Aquel fue, para mí, un día lleno de sentimientos. Inolvidable.
Hoy, en la recta final de la temporada, el Real Jaén lucha por volver a Segunda B, respaldado por una masa social que no deja a su equipo ni en los peores momentos. La afición jienense siempre está cerca de su club, lo anima y lo acompaña. Jamás el equipo se podrá sentir solo. Hay mucho sentimiento detrás. Una marea blanca y morada que no deja de respaldar a su escudo.
Ya quedan pocas jornadas para ganar, por derecho propio, la oportunidad de pelear por el ascenso que tanto desean equipo y afición. Unidos y con la fe inquebrantable que caracteriza a este equipo, todo será más fácil.
Desde Rota os mando toda la fuerza del mundo. Todo el aliento del que soy capaz y toda la ilusión que aprendí de vosotros. Desde Rota un abrazo enorme de un roteño que os lleva en el corazón y que desea lo mismo que vosotros, que el Real Jaén logré el ascenso. ¡¡¡Aúpa Real Jaén!!!
Jose Mari
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