Nada se juegan Real Madrid y Celta de Vigo en la penúltima jornada del campeonato liguero. Es un entrenamiento para los de Zidane de cara al partido más importante de todo el año, la final de Champions ante el Liverpool.
Por su parte, Unzúe encara su último partido como entrenador visitante en el banquillo del Celta en una plaza en la que estará motivado, pues ya ha ganado como entrenador segundo del FC Barcelona. El Celta, que no jugará en Europa el año que viene, ha sido muy irregular esta campaña, con picos de buen juego. Los gallegos quieren mostrar su mejor cara en Chamartín.
El público del Bernabéu, por su parte, despide el campeonato liguero más raro de los últimos años. Se han visto paupérrimos partidos a lo largo de todo el curso y, solo el buen papel en Champions, ha ayudado a enterrar una campaña doméstica digna de estudio psicoanalítico. Zidane no sacará ni a Ramos ni a Ronaldo. Adiós a la Liga en casa.
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