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Luis Enrique o lo que le hubiera gustado a Guardiola

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Luis Enrique acepta el reto. Ya es Seleccionador. Sabe que él tiene ahora la oportunidad por la que han suspirado muchos, entre ellos, Guardiola. Ganar todo en un gran club solo se puede coronar, ganando algo importante con una Selección. Pep no fue dudoso, lo dijo, le gustaría entrenar a España para jugar un Mundial. Guardiola sabe que eso, hoy por hoy, es un imposible. Supongo que en otros espacios, independencia y patria, habrá encontrado motivos para paliar esa posible frustración. 

Luis Enrique lo tiene ahí. Es difícil, pero no imposible. Si logra hilvanar el hilo adecuado, está a dos años de lograr lo que le convertiría en uno de los tres elegidos. Aragonés, Del Bosque y, ojalá, Luis Enrique. 

Incondicional de lo catalán, su aversión al centro no confunde a Luis Enrique y sabe que el discurso debe ser otro porque, además, lo es: De Gijón, asturiano, español y catalán. Como cualquiera. Todos tenemos un espacio común, España, un lugar donde nacemos y esa tierra en la que, sin ser la nuestra, nos distingue con su afecto y la queremos. Punto final a la polémica. Tampoco era tan complicado.

A partir de ahora, para mí, lo importante es saber cómo va a gestionar Luis Enrique sus relaciones sociales. Cuidado que no es broma. La calma tensa. La educación obligada y la contención ambiental de la presentación, serán otras a finales de agosto. Luis Enrique va a poner voluntad. Sabe, aunque diga que a su edad ya no se puede cambiar, que debe hacer un esfuerzo para no “clementizarse” y tratar de que no haya problemas de relación planeando sobre los asuntos deportivos.

Si me apuran creo que, en la presentación, Luis Enrique estuvo cómodo porque se sabía todas o casi todas las preguntas. Cuando ofrezca su primera lista las preguntas versarán sobre temas sensibles y veremos qué pasa.

Si dejamos a un lado lo singular del Seleccionador y su bagaje acumulado, su lija y el limón con el que suele acudir a las salas de prensa, tenemos un buen técnico. A mí, me basta con eso.

Lo que yo quiero es saber cómo traduce a ejemplos prácticos su idea de evolución, a partir de un sistema que asume como vigente.

Estoy muy interesado en saber cómo se mueve en un vestuario sobre el que no tiene jerarquía permanente y de qué manera va relacionarse con dos generaciones de futbolistas que han ganado muchas cosas y un Mundial.

A mí lo que me interesa saber es si Luis Enrique, haciendo los cambios que haga, será capaz de convencer al grupo para que sea un equipo. Conocimientos futbolísticos tiene de sobra. Mi duda es si podrá, tirando de empatías, crear ese clima necesario para que todo lo que sabe sea fértil y España vuelva a ganar. Lo demás es banal, superfluo, paja. No es fútbol.